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JULIO VICTORIA Live

Un proyecto de experimentación sonora, fusión de músicas y encuentro con los públicos amantes de la música electrónica.


Julio Victoria. ©Cecilio 

La música del productor y dj colombiano Julio Victoria se ha escuchado en los escenarios más importantes del país y algunos de los más relevantes del mundo. Su proyecto en vivo expande los límites de la música electrónica hacia una fusión de sintetizadores con sonidos y percusiones autóctonas, armonías eléctricas y música de cámara. La experiencia de escucharlo es asistir a un viaje de texturas envolventes e impredecibles, un recorrido sonoro contemplativo y arriesgado. Hablamos sobre su intención de redefinir la música electrónica en Colombia y su propósito de llevarla más allá de las pistas de baile.

E: ¿Cómo fue tu acercamiento a la música? ¿Desde hace cuánto vienes tocando?
JV: Desde hace 14 años soy DJ de techno, dance, house. Todo empezó durante los veranos de entrenamiento en el Sur de Alemania. Era deportista de alto rendimiento, jugaba tenis y después de las prácticas, todas las tardes iba a buscar música nueva en las tiendas de la ciudad. Conocí muchas y con ellas, una comunidad apasionada por los vinilos y la música electrónica; personas muy especiales con un conocimiento enorme del género. Pronto empiezo a coleccionar discos, a ponerlos, sin afán. Entiendo el proceso, tomo clases de producción, me compro un tornamesa, empiezo a practicar, a experimentar, y salen los primeros tracks. Desde entonces no he parado de tocar. Las oportunidades que he tenido han sido enormes; he podido poner música en todos los rincones de Colombia y en muchísimos lugares del mundo. Yo le recomiendo a la gente disfrutar de la música; eso es lo más importante. También es necesario encontrar un estilo, diferenciarse de alguna manera; todo el tiempo estoy pensando en qué más puedo hacer.

Julio Victoria Live y Orquesta de La Juventud, Ciel, 2020. Teatro Municipal Jorge Eliecer Gaitán, Bogotá 

E: Existe una relación entre cuerpo, movimiento y ritmo tanto en la música como en el deporte, que ha sido una parte importante de tu vida. ¿Qué otras disciplinas o experiencias reconoces como influencias?
JV: El deporte siempre ha sido muy importante en mi vida. Vengo de entrenamientos extensos, de un ambiente de competencia donde tienes que crecer, resolver, actuar en el instante. Ese entrenamiento me permite adaptarme rápidamente, reaccionar cuando me enfrento a distintos públicos. Mientras estoy corriendo en la montaña, montando bicicleta o nadando, entro en un estado meditativo que facilita que fluyan las ideas. Viajar, tener nuevas experiencias, habitar otros espacios también ha sido importante. Todo eso ha construido mi background, mis intenciones y mi inspiración. Bach y Arvö Part son compositores que disfruto mucho; desde la perspectiva de bandas, Brandt Brauer Frick siempre me ha influenciado. La percusión africana, el techno alemán, los sonidos industriales. Y de otras disciplinas me interesa mucho la fotografía; para mí son fundamentales las referencias visuales y por eso tienen un peso importante en mis presentaciones. 


Julio Victoria Live. Festival Estereopicnic, Bogotá, 2018. Cortesía Julio Victoria

E: ¿Cómo es tu proceso de creación y producción?
JV: Primero empiezo con las maquetas y preparo las pistas. Las voy revisando y editando todos los días y una vez que encuentro una idea que realmente considero que tiene potencial, le dedico más tiempo, la trabajo hasta ponerla a punto. Siempre experimento con cosas análogas, con los sintetizadores, con los samplers, y así voy decidiendo cómo puede resultar mejor. Intento incluir muchas de las cosas que me gustan, pero siempre con un propósito. Cuando las canciones están casi listas, las comparto con la banda y les pregunto qué opinan: “vamos por este lado o por este otro”, y lo que hasta ahora era un proceso individual, se convierte en uno colectivo. Después hacemos los arreglos y grabamos. Siempre trabajo con Ernesto Santos, mi ingeniero de mezcla y me gusta masterizar afuera en un lugar muy bueno en Alemania, ManMade.


Julio Victoria Live & Orquesta de La Juventud. Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán, Bogotá, 2020. ©Esteban Rincón

E: En Julio Victoria Live escuchamos una marimba del Pacífico Sur, un arpa de los Llanos Orientales, ¿por qué te interesa la fusión de la música electrónica y los instrumentos de las músicas tradicionales de Colombia?
JV: Con el live empezamos en el 2014. La base del proyecto son la marimba, el arpa y Julio Victoria, cuando se amplía el formato vamos con bajo, batería y cuerdas. Estos instrumentos me llamaron siempre la atención, me tocan el corazón y su sonido va muy bien con los beats electrónicos. Lo más lindo es que tenemos el mismo equipo con el que empezamos; es una familia con la que hemos girado en Asia, Europa, Sudamérica, Colombia. Yo siento que la clasificación en géneros está bien, pero para mí lo importante es la música. Queriendo tanto las músicas colombianas y respetando el trabajo de nuestros artistas, no me interesa hacer folclor. Me interesan los sonidos de estos instrumentos cuando se pasan por los sintetizadores, me interesa el encuentro. ¿Por qué no probar con otros formatos?, ¿buscar recursos completamente diferentes?. “Tengo que hacer algo con esto”, me dije. 

E: ¿Y cómo ha sido la experiencia de tocar junto a músicos de cámara y ahora junto a una filarmónica?
JV: Presentarme en un escenario como el Julio Mario Santo Domingo es uno de mis sueños; hacerlo junto a la filarmonía de Ricardo Jaramillo y junto a los músicos que me han acompañado durante todos estos años es aún más emocionante. Creo que la música clásica es muy electrónica; en ese sentido la relación es muy fuerte. Pedro Sarmiento es mi traductor en ese campo. Él es el arreglista de mis proyectos y quien interpreta lo que quiero hacer en términos formales. Trabajar junto a otros músicos y tocar en vivo es una experiencia increíble.


Julio Victoria Live. Sónar, Bogotá, 2018. Cortesía Julio Victoria

E: Hablemos sobre tu sello Victoria, una plataforma artística independiente que creaste para promover los sonidos latinoamericanos, y también para desarrollar proyectos colaborativos entre artistas provenientes de otras disciplinas.
JV: Victoria inició como un sello discográfico para sacar mi música y concentrarme en lo que realmente quiero hacer. Pero ha evolucionado en una plataforma artística que produce proyectos de otras disciplinas transversales a la música. Me estoy extendiendo hacia otros artistas, experimentando con otros medios. Viene uno muy lindo de danza contemporánea, por ejemplo.


Julio Victoria Live, Índigo. Victoria Label, Bogotá, 2020. ©Julio Victoria

E: Con Victoria sacaste el año pasado tu primer álbum de estudio “Índigo”, un viaje geográfico y musical de beats. ¿Cómo fue este proceso de creación? Tengo mis tracks favoritos, a propósito.
JV: Qué bueno que lo veas así, pero primero cuéntame cuáles son los tracks que te gustaron.

E: Separate Ways… Pasajero 1973.
JV: Separate Ways es la descripción más clara del proyecto: hay vanguardia electrónica, introspección, melancolía, pero después se despiertan los sentidos cuando entran los instrumentos. Y sí, Índigo es un viaje entre muchos lugares y sensaciones. Los instrumentos juegan en el espacio, los sintetizadores dialogan con la marimba, el bajo, el arpa y la batería; es una experiencia de mucho amor. La historia de Pasajero es increíble. Estábamos de gira en Irlanda, y el conductor que nos llevaba a los ensayos entre Dublín y Cork tenía una voz tremenda. Así que un día la grabo sin que se de cuenta y uso su voz en uno de los temas. Después le digo: “mira, hice este trabajo con tu voz”. Él se reía y me decía que no lo podía creer, que estaba bien. Y como este hay momentos muy especiales en todo el álbum. 

E: ¿Cómo es el proceso de gestión y promoción para un músico independiente? ¿Cómo has logrado llevar tu música lejos? Cuéntanos sobre tu experiencia en este mundo autogestionado.
JV: Trabajo con mi hermana, que es como mi manager. Lo hacemos en equipo. Han pasado cosas muy lindas, por ejemplo un día me escribieron de Contact, un club en Tokio y me dijeron: “queremos tenerte para el próximo mes”. Y yo pensaba, “es increíble tocar en tu país, que la gente te vea y que después eso te lleve a otras partes del mundo”. Yo trabajo con mucha dedicación, profesionalismo y entrega, siempre estoy mirando en una dirección que me permita ser más creativo, donde pueda trabajar con mis ideas y muestro mis proyectos a los promotores. Las oportunidades han llegado y hemos construido una comunidad muy especial alrededor de mi música. 

 


Julio Victoria, Proyecto Música Electrónica en Ciudad Bolívar, 2019-2021. Ciudad Bolívar, Bogotá. ©María Sánchez Isaza

E: Antes has hablado sobre “democratizar” la música electrónica. Como ejemplo está la iniciativa formativa que hiciste posible junto al Goethe Institute en el 2019, para llevar experiencias sonoras y multimediales a jóvenes de comunidades vulnerables de Ciudad Bolívar.
JV: 19 Beats recibió su nombre de la localidad 19 de Bogotá, los chicos se lo pusieron. Es un proyecto de artes electrónicas que está pensando en música, iluminación, radio comunitario, video mapping, construcción de instrumentos con objetos reciclados. Con él tuvimos la oportunidad de llevar música a jóvenes que no pueden ir a un club y pagar una boleta para entrar. Hablo de democratización pensando en que la música tiene que ser incluyente, tiene que ser para todos. Sé que no es fácil, pero podemos empezar con cosas así. Con 19 Beats hicimos talleres con amigos artistas para que compartieran su conocimiento y experiencia con la comunidad. 

E: ¿Crees que la música también está estratificada?
JV: Sí, claro. Yo podría ir a cualquier otra localidad que no tenga estas necesidades con esta iniciativa. Pero yo sabía que allá había un talento impresionante, que hay hambre de verdad, y que íbamos a encontrar cosas muy chéveres en ese intercambio con los chicos. Esperamos replicar la experiencia pronto en el Barrio Siloé en Cali y al barrio Berlín en Armenia. Ojalá. 

E: Qué bueno todo esto, Julio. Nos gustaría terminar preguntándote sobre el presente de la música electrónica en Colombia.
JV: Lo veo con mucho crecimiento, hay muchos colectivos, la escena del club en Colombia está muy bien, hay promotores que hacen bien su trabajo, aquí se hacen las mejores fiestas y la energía de la gente es buenísima. Como decía en la entrevista de ayer, “Colombia no tiene nada que envidiarle a otra capital del mundo”. Te lo juro, nada. Musicalmente estamos a la vanguardia. Hay mucho potencial para seguir, eso es importante.

La música de Julio Victoria ha tenido un paso contundente por escenarios como el Boiler Room, Teatro Jorge Eliécer Gaitán, Sónar Bogotá, Nuits Sonores Colombia, Estéreo Picnic y BAUM Festival en Colombia; y en el Dimensions Festival Croacia, Kolorádó Fesztivál Hungría, Comunité Tulum, III Points Miami,  Printworks Londres, Contact Tokyo, Minh Hong Kong, Concrete Paris, Zukunf Zurich, Jagger Oslo, Kaiku Helsinki, Larm Budapest, Truth Johannesburg y Good Room New York. 

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