El área gris que se encuentra entre el negro y el blanco se denomina Off-White; un color y a la vez una marca italiana de moda urbana y de lujo que se aferra a los deseos más particulares de la cultura presente. Con un criterio específico, cada creación resurge al desvariar la visión de la colección anterior.
Creada en Milán, en el 2012, por el diseñador americano Virgil Abloh, actual director artístico de la colección masculina de Louis Vuitton, la marca no titubea al reinventar su concepto de una temporada a otra. En otras palabras, Off-White es la rebelión del streetwear.
Chaquetas ‘exageradas’, vintage y de doble denim; pantalones estilo paracaídas y de carpintero; shorts gradientes; camisetas camufladas; medias entrecomilladas; sandalias industriales y estampados con iconografía norteamericana, son sólo un abrebocas de la oferta masculina.
La indumentaria femenina va desde chaquetas universitarias recortadas, bikers y bombers; hoodies multicolor; vestidos tapizados, drapeados y knitted active; camisetas couture; faldas galesas y asimétricas; pantalones cortos y de pijama, hasta botas ecuestres, ‘for walking’ y tartán, zapatos stiletto y slippers encantados, entre otras maravillas.
El universo de Off-White no sólo comprende vestimentas multifacéticas, también propaga muebles estructurales, cinturones y bandas fabriles, publicaciones editoriales y distintos artículos minimalistas, que se enfocan en acentuar un estilo de vida contemporáneo.
A través de una manufactura sofisticada, en relación a percepciones objetivas, cada pieza es como una obra de arte, que hoy en día, puede ser contemplada en 37 tiendas propias a lo largo de todo el planeta.
Desde colaboraciones con Nike, Levi´s, Jimmy Choo, IKEA, Moncler, Browns, Sunglass Hut, Converse, Dr. Martens, Barneys New York, Umbro y Timberland, la marca se ha convertido en insignia para personalidades como Rihanna, Beyoncé, Jay-Z, Kanye West, Drake, Kendrick Lamar, Rita Ora, Serena Williams, Gigi y Bella Hadid, Karlie Kloss, y Kylie y Kendall Jenner.