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“Dream Gardens” De Maria Berrio: UTOPÍA Y PARAÍSOS PERDIDOS

Hablamos con la artista colombiana Maria Berrio sobre “Dream Gardens”, una obra que expone una aproximación a la religión representada por diferentes jardines. Un trabajo con superficies simbólicas, telas y patrones que se entrelazan con varias referencias artísticas.

 

Aminata Linnaea, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas. 218.4 x 243.8 cm. ©María Berrío. Cortesía de la artista y Victoria Miro.

EXCLAMA: Háblenos un poco sobre “Dream Gardens”, la obra que actualmente expone en Praxis International Gallery…
MARIA BERRIO: La obra «Dream Gardens” es el resultado de más de un año de trabajo. Consiste en alrededor de 12 pinturas a larga escala hechas en collage, utilizando cientos de papeles japoneses hechos a mano. La obra fue creada en Brooklyn, Nueva York.

EXCLAMA: ¿Cuál fue la inspiración para esta obra en particular?
MARIA BERRIO: «Dream Gardens» es una mezcla de retazos de mis sueños y de la idea del «jardín» como el espacio en donde habitan estos mundos efímeros. La obra se desarrolló con una investigación acerca de los jardines ya creados en la historia de la literatura y en el arte. Jardines como: «El jardín del Edén» «El Jardín Encantado» El Jardín Secreto» entre muchos otros.
«Dream Gardens» une conceptos de fantasía y realidad, juega con la metáfora de los sueños y los jardines como lugares que tienden a desaparecer. Habla de utopía y el paraíso perdido, y crea mundos en donde la naturaleza y los seres humanos coexisten juntos en armonía.

El cielo tiene Jardines, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas. 243.8 x 218,4 cm. ©María Berrío. Cortesía de la artista y Victoria Miro.

EXCLAMA: ¿De qué forma se entrelazan la religión y los jardines?
MARIA BERRIO: Existe un pequeño lazo entre la religión y los jardines. Una de las obras creadas para esta serie es mi propia reinterpretación del texto de la Biblia acerca de «El Jardín del Edén». Esta pintura se titula «Escapando del paraíso» y narra la historia de Eva como una mujer contemporánea, escapando del edén, sin miedo al castigo de volverse mortal, sin miedo al castigo de ser madre. Ella decide enfrentar la muerte antes de someterse a vivir un paraíso forzado y crea su propio paraíso al escapar.

Esperando mientras la noche florece, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas. 182.9 x 152.4 cm. ©María Berrío. Cortesía de la artista y Victoria Miro.

EXCLAMA: ¿Cuál es el significado de la mujer en esta obra?
MARIA BERRIO: Mi obra suele ser autobiográfica e inevitablemente siempre resulta como un espejo de mi rol como mujer. Muchas veces intento dibujar hombres, pero se convierten en animales o en plantas. Creo que mi arte es una extensión de mi misma y, por lo tanto, me identifico más con dibujar mujeres.

EXCLAMA: ¿En un futuro próximo expondrá alguna de sus obras en Colombia?
MARIA BERRIO: Eso espero, en el momento hay proyectos en Europa y Estados Unidos, pero tengo muchas ganas de exponer en mi propio país.

Untitled boat, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas, 182.9 x 152.4 cm. ©María Berrío. Cortesía de la artista y Victoria Miro

“Dream Gardens”
Versión en inglés por: Felipe Martínez Pinzón y Carlos Padrón

El verdadero jardinero es el jardinero constante, dice Robert Pogue Harrison. Como espacios que requieren cuidados constantes, los jardines siempre amenazan con desaparecer sin dejar ningún rastro. En ese sentido se han dado forma -en la literatura, el arte, la cultura en general – al espacio de los sueños y las fantasías, geografías interiores que se desvanecen tan pronto como el soñador despierta.

En la última colección de Maria Berrio, “Dream Gardens”, parece que habita Ogygia, el jardín fantástico de Calypso, una isla donde la naturaleza está simétricamente construida para agradar a la vista, donde las frutas suculentas se ofrecen a sí mismas a los visitantes y los animales están encantados con la conversación humana. Ogygia es un edén tropical de la abundancia.

La distancia que nos separa inevitablemente a los espectadores frente a este trabajo -suave, pero dolorosa que no distingue de sus jardines- recrea un tema antiguo en el arte occidental: la expulsión del paraíso. En esa distancia es donde estos lienzos concentran todo su poder. Mediante el examen de ellos como un mundo de -estar-izquierda-detrás- o un mundo que aún no ha llegado, se ve como representaciones de una religión cuyos símbolos utilizamos para reconocer, pero ahora se han olvidado y están en el proceso de recordar de nuevo. Es por eso que la primera sensación que experimentamos frente a estos símbolos -enormes pájaros, gatos que son como tigres, ángeles bordados-; todos ellos de un sistema sobrenatural de la fe que es contraria a la intuición: es una nostalgia fascinante para el futuro, una utopía retrospectiva.

El Jardín de mi Corazón, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas, 243.8 x 218.4 cm. ©María Berrío. Cortesía de la artista y Victoria Miro

Al representar una religión que no es del presente, Berrio ha tenido que extraer de diferentes jardines con el fin de dar a entender la suya: el Jardín del Edén, el Jardín Secreto, el Jardín Encantado, el Jardín de Media noche, el Jardín del Amor, el Hortus Conclusus (el Jardín Encerrado), el Jardín Royal, entre otros. Calypso es el monarca de su isla. Todos los jardines recuerdan al visitante de su monarca: hay que pensar en Versalles, pero Maria Berrio no es una reina: es una artesana, una costurera de la imaginación.

Su ensamblaje cuidadoso y laborioso de trozos de papel es una forma de crear un espacio trascendental o tiempo donde los mitos y los sueños se pueden contar; entre ellos, la historia del anhelo demasiado humano para recuperar los tesoros del jardín perdido de la infancia, que hacen eco del anhelo de Paradise Lost. Sus nuevas obras, que no son exactamente collages, se pueden considerar como la producción de superficies simbólicas, telas y patrones que se entrelazan con varias referencias artísticas (Gauguin, Klimt, Schiele, Frida Kahlo, Matisse, Leonora Carrington, Henri Rousseau, Wallpapers William Morris) que revela y esconde los materiales de los que están hechos. Es como si quisiera recuperar lo que la dignidad y la belleza del arte se pueden conceder en un trozo de papel y las posibilidades imaginativas de que está pacientemente tejiendo una historia, una imagen, un sueño. Berrio, la jardinera constante, es también la costurera paciente.

Tus alas cubren la tormenta sobre mi cama marchita, 2013. Collage con papel japonés y acuarela sobre canvas, 182.9 x 152.4 cm. © María Berrío Cortesía de la artista y Victoria Miro.

Su obra muestra una alquimia secreta que se descubre a través del entrelazamiento de trozos: monos de flores y flores fuera de las aves, los vestidos de hojas y hojas de vestidos, monos de los cielos nocturnos y noches de cielos de piel de mono. Los jardines llaman la atención sobre las particularidades de sus detalles, Berrio ha creado otro jardín, un espacio trascendental; en el que materiales, colores , texturas, y los cuerpos están conectados en un flujo continuo que altera la perspectiva: las mariposas parecen hacer la ropa como los pedazos de tela que cubren el cielo o el verde de la naturaleza.

Esta obra se presentó en Praxis International Art en el año 2013
www.praxis-art.com

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