Fotos por Josefina Santos

El vídeo de la canción Dove del artista norteamericano Pillar Point ha sorprendido a todos los bogotanos, y colombianos, que han tenido la oportunidad de verlo. ¿La razón? Sucede en las calles del centro de Bogotá. La realización ha causado furor no solo por su gran calidad, sino por la manera en la que logra capturar el espíritu de la zona.

Dirigido por Jacob Krupnick, quien hace parte de la productora neoyorquina Wild Combination, el audiovisual es una historia de amor mediada por el baile. Pero, ¿de que manera las calles de La Candelaria terminaron por convertirse en la locación para el vídeo? EXCLAMA habló con Krupnick al respecto de éste y otros interrogantes.

EXCLAMA: ¿Cuál era el concepto detrás del vídeo?

JACOB KRUPNICK: Mi idea para la historia comenzó con dos inspiraciones: la canción en sí, y mi experiencia de aprendizaje sobre el Vogue. La canción es, obviamente, un track bailable, pero tiene notas de celebración y de melancolía. Las letras reflejan los celos y el deseo. En el último par de años, he estado yendo a concursos de baile y de Vogue para exponerme a nuevos estilos y bailarines. Me encontré con una artista extraordinaria llamada Kia Labeija a quien le pedí trabajar conmigo en el desarrollo de una historia sobre amor, celos y desamor, basándose en su estilo personal y movimiento.

EXCLAMA: ¿Por qué eligió a Bogotá como locación del video?

JACOB KRUPNICK: Dos años antes de dirigir Dove, hice una vídeo de baile para el mismo músico, Pillar Point, llamado Dreamin. Filmamos en la ciudad de Nueva York -mi ciudad natal- durante el fin de semana más frío del año. El video fue, para nuestra sorpresa, un gran éxito, por lo que cuando Pillar Point lanzó su nuevo álbum, yo quise trabajar bajo un estilo similar. El video debía estar para enero, y yo tenía el sueño de rodar en un enorme mercado con frutas de colores. He filmado mucho en espacios públicos alrededor de Nueva York, así que era hora de un cambio.

Mi amiga y productora, Victoria Rivera, creció en Bogotá, y cuando comenzamos a hablar sobre el proyecto, ella propuso filmar en Medellín. Yo estaba interesado en Oaxaca, donde he pasado tiempo. Finalmente, ella me mostró fotografías de Paloquemao, entonces me empecé a emocionar. La variación en la elevación, el telón de fondo de la montaña, la diversidad de las calles y la arquitectura antigua en La Candelaria, todo esto empezó a llenar mi imaginación, y se convirtió en parte de la idea general del vídeo.

EXCLAMA: ¿Conocía la ciudad desde antes?

JACOB KRUPNICK: No tenía ninguna idea especifica acerca de que esperar en Bogotá, pero he hablado con Victoria sobre lo que significa crecer allí. Nuestro director de fotografía, Soren Nielsen -que es fantástico por cierto- también ha pasado varios meses allí, así que oí sus historias y vi sus fotografías, muchas de las cuales se pueden ver en findingsalongtheway.com, la página Web de su viaje alrededor de Colombia y el Sur de Asia.

EXCLAMA: ¿Cómo se dio el proceso entre escoger la ciudad y venir a ella?

JACOB KRUPNICK: Este fue un proyecto apasionado y autofinanciado. En estos casos, se toman decisiones con rapidez, y a menudo motivadas por el instinto y el presupuesto. Mi hija nació un mes antes de la sesión, por lo que compramos los tiquetes justo antes de que ella naciera, y me quedé muy poco tiempo en la ciudad para que poder llegar a casa a estar con ella y mi esposa.

EXCLAMA: En cuanto al equipo de producción y a los equipos de grabación, ¿venían todos de fuera o utilizaron algunos locales?

JACOB KRUPNICK: De Nueva York veníamos un equipo de seis personas: nuestros dos bailarines, Kia y Taina, y cuatro integrantes del crew. Contratamos a varios ayudantes locales: un asistente de cámara, un conductor y coordinador, un fotógrafo, y un fixer. A pesar de que nuestro equipo tenía experiencia en Bogotá, de no haber contado con esa gran ayuda local, motivada por nuestra misión, hubiese sido imposible haber tenido una experiencia tan exitosa.

En cuanto a los equipos, alquilamos el máximo de ellos localmente para hacernos la vida más fácil y mantener el proyecto local. A menudo tiene sentido para los equipos de filmación llevar todo lo que necesitan con ellos, pero también es bueno entablar una relación con la gente del lugar en el que se está trabajando.

Los créditos del vídeo con los nombres de los asistentes locales 

EXCLAMA: ¿Cómo escogieron las locaciones? y ¿Por qué terminaron grabando en La Candelaria?

JACOB KRUPNICK: Victoria y yo pasamos mucho tiempo explorando barrios en Google Streetview. Después de eso, hice la investigación sobre los barrios, e incorporé todo lo que vi a la historia. Me gusta trabajar con entornos que tienen textura, pero por lo general no me gusta la señalización. Los logotipos y los carros pueden arruinar la sensación de atemporalidad – Como se trataba de un proyecto increíble, no quería que éste se sintiera atrapado en diciembre de 2015, quería que fuera increíble para siempre.- Trabajar con la arquitectura, la luz, el movimiento y la música ayuda a que la pieza se sienta como una fantasía y como un documental al mismo tiempo. Me encanta eso.

Me gustaba la idea de que Kia comenzara la búsqueda de su pájaro, y su amante, en calles pequeñas, para luego ampliarla hacía un barrio más denso, y, finalmente, llegar al corazón animado de la ciudad. Esto permite que el espectador se enfoque en lo fuertes que son sus movimientos antes de que llegue a espacios públicos mucho más ocupados como Paloquemao.

EXCLAMA: ¿Qué fue lo que más llamó su atención acerca de la locación donde estaban filmando?

JACOB KRUPNICK: Cuando los burros se cruzaron en frente de Kia mientras ella venía hacia la cámara. Me rio cada vez que lo veo. Es totalmente inesperado, y ella no parpadea o pierde su foco en ningún momento. Es también un momento en el cual el vídeo pasa de ser un poco surrealista a completamente extraño, después vuelve a ser, de nuevo, medio surrealista.

EXCLAMA: ¿Cuáles son sus momentos favoritos del vídeo?

JACOB KRUPNICK: Hay muchos momentos que me gustan de Dove. Casi nunca hago algo que disfrute tanto ver de nuevo. Taina encarna totalmente al ladrón de aves, y Kia la persigue con perfecta extravagancia. El descenso hacia el centro de la ciudad me hace muy feliz, tenemos la sensación de que ella llegó a un lugar que es tan ocupado y cosmopolita como Tokio, Londres o Bombay.

EXCLAMA: ¿Cómo fue la experiencia de filmar en las calles de Bogotá?, ¿se sintieron intimidados por las historias sobre inseguridad?