Ella es Molly Bair. Tal vez la reconozca de alguna fotografía en alguna revista de moda o de alguna de las pasarelas de las más recientes semanas de la moda. Esta chica de facciones extrañas, nacida en Estados Unidos en 1998, inició su carrera como modelo en julio de 2014 y desde entonces no ha parado.
Descubierta por The Society Management, la reconocida agencia de modelos, ha desfilado para Proenza Schouler, Miuccia Prada, Loewe, Dior, Giambattista Valli y Chanel. También ha hecho editoriales para Vogue Italia, Love Magazine y W Magazine; y ha posado para las lentes de Steve Meisel y Steven Klein.
Bair nunca se sintió especialmente agraciada. En la escuela solían llamarla “rata” y “alien”: “Nunca pensé que una chica que pasó la mayor parte de su infancia siendo una «uniceja», llevando gafas y camisetas de Yoda podría acabar en el Vogue italiano”, declaró en una entrevista con CNN”; sin embargo a sus 17 años, tiene muy claro que la belleza radica en la seguridad y el amor propio: “Creo que ser modelo me ha abierto los ojos respecto a la belleza en general. Pienso que la belleza real proviene de lo único. Tenemos que dejar de pensar que todos tenemos que tener la piel o las pestañas perfectas. Ser feliz y estar seguro de uno mismo es genial”.
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