<<El Retorno>> Casa de Ciudandero ubicada en Sopó, Cundinamarca.
Vista desde afuera © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

“La calidad y la calidez del espacio van de la mano”, nos dice el arquitecto en esta conversación que tuvimos acerca de su obra, la arquitectura y algunos eventos contemporáneos que están redefiniendo el diseño. Una constante en la obra de Lucas Oberlaender es la aproximación intuitiva y la perspectiva humana con la que desarrolla cada una de sus obras, que además nutre con una alta sensibilidad estética y reflexiones acerca de la relación entre el cuerpo y el espacio. Su herencia familiar –pues proviene de una familia estrechamente ligada al oficio de la arquitectura-, así como su formación en diferentes áreas como las artes, la arquitectura -y su amplia teoría-, la filosofía y la Historia, hace que su obra esté llena de matices y movimiento, además de teñirla con una riqueza artística e intelectual poco común hoy en día.

Vista interior de la Casa El Retorno © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

Casa El Retorno, una obra de arte del arquitecto Lucas Oberlaender en la que se privilegia el verdadero goce de las montañas, el campo y la vegetación nativa © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

Precisamente parte de esta herencia familiar y académica de Oberlaender se ve reflejada en una aproximación a la arquitectura más desde el oficio que desde la profesión; es una arquitectura con un sello único, que se hace y se piensa más con las manos, inclinándose hacia el oficio artesanal; que se concibe desde el cuerpo y en la que se emplean materiales naturales, autóctonos y clásicos como la madera, el ladrillo, el hierro y el concreto, y que posteriormente termina teniendo un efecto similar en cómo se piensa el espacio y cómo se habita y se vive el mismo. Evocan el fuego del hogar y el origen, y se experimentan a través del cuerpo y los sentidos. Por esto en su obra se destacan los elementos irregulares y orgánicos, con ritmos y recorridos más dinámicos que los que rigen la arquitectura estandarizada y tradicional, y en los que surge un diálogo impredecible donde todavía caben la sorpresa y el asombro. Se podría decir que reinterpreta y trae a un contexto contemporáneo la arquitectura vernácula y autóctona de nuestro territorio.

Reforma Casa La Rota en Subachoque, Cundinamarca © Lucas Oberlaender Arquitectos / José Alejandro Michelsen

El arquitecto Lucas Oberlaender en una pieza de mobiliario diseñada por él © Lucas Oberlaender Arquitectos

Su amplio y diverso portafolio, que también es un reflejo de la formación interdisciplinar de Lucas, cuenta con el diseño, la administración y la ejecución de diversos tipos de proyectos: vivienda, comercio, diseño interior, mobiliario, arquitectura efímera e instalaciones de arte, entre otros. Proyectos que buscan darle prioridad a que las experiencias sean significativas, que muevan a las personas física y emocionalmente, y que haya una cercanía con los clientes, y un conocimiento del origen y el manejo de los materiales, sin olvidar el respeto por las personas que ejecutan las obras y conocen los oficios. Esto se materializa en piezas únicas que mezclan las cualidades útiles con un condimento humano y poético característico de su obra. EXCLAMA habló en exclusiva con Oberlaender para conocer más detalles de su obra y su manera de pensar. A continuación le presentamos lo que nos compartió:

Entrada del Edificio Uno y Medio, El Virrey, Bogotá © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

A la hora de iniciar un proyecto, ¿cuál es su punto de partida? ¿cuáles son los factores más importantes a tener en cuenta al momento de conceptualizar, diseñar y construir?

No lo tengo tan claro. En general intento evadir aproximaciones metodológicas al diseño. Sin embargo sería mentira decir que los proyectos surgen únicamente de las circunstancias particulares que definen cada caso. Además de la singularidad que pueda tener un proyecto están mis propios intereses frente a la arquitectura. Estos intereses están ahí desde el inicio del proceso de diseño y lo acompañan hasta el final. De cualquier manera creo que el punto de partida es por lo general disperso y complejo, contiene muchos elementos. Nunca es algo así como un «concepto» a partir del cual se deriva todo lo demás. Nunca he entendido procesos creativos que parten de una única idea. Por el contrario normalmente en el transcurso de un diseño me encuentro a mi mismo intentando simplificar y sintetizar una maraña de ideas, intenciones y necesidades que estaban ahí desde un principio.

¿Cómo define la línea de diseño y el estilo que caracteriza a Lucas Oberlaender Arquitectos?

Me parece difícil pensar que lo que hacemos define una «línea» o un «estilo». Puedo decir que me interesa hacer una arquitectura austera que se soluciona con pocos recursos formales y materiales, hasta ahí llego. Por lo demás espero que mis proyectos sean distintos entre sí, que no puedan ser clasificados bajo un sello formal o estilístico.

Interior del Edificio Uno y Medio en Bogotá © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

¿Cuál ha sido el proyecto más gratificante en el que ha trabajado y por qué?

La respuesta es un cliché, pero la verdad es que cada proyecto tiene sus momentos emocionantes y sus momentos difíciles. Lo bueno es que los momentos difíciles se van olvidando poco a poco y uno se queda con lo bueno. Lo más gratificante es cuando un cliente llama después de un tiempo de haber vivido uno de estos proyectos a dar las gracias. Pasa muy poco.

Sabemos que entre sus proyectos más recientes está la Casa del Cuidandero, ¿a qué se debe el éxito de esta Casa y qué mensaje hay detrás de esta propuesta?

La Casa del Cuidandero es un proyecto muy sencillo. Creo que esa sencillez es cada vez más rara de encontrar. Ahí aproveché para hacer comentarios «arquitectónicos» en referencia a muchos de mis héroes. Pero estos comentarios son para arquitectos y no deben interferir en una lectura y una vivencia natural de la casa. Creo que ahí radica parte del interés del proyecto. Tiene una lectura cercana y familiar por parte de cualquier persona que lo viva independientemente de su procedencia. Y al mismo tiempo permite una segunda lectura que alude a muchas arquitecturas de distintos momentos y lugares.

Sofá Roto © Lucas Oberlaender Arquitectos / Jorge Gamboa

¿Qué le da la calidad a los espacios interiores y exteriores?

Creo que la familiaridad que menciono en el punto anterior es fundamental. Esto aplica para todo tipo de espacios, sea interior o exterior. La familiaridad es la que permite que haya algún tipo de identificación con el espacio que se está viviendo y en últimas es la que permite que el proyecto deje de estar presente para dar paso a la vida. La calidad y la calidez del espacio van de la mano.

Casa WB en Bogotá © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

¿En el mundo globalizado en el que vivimos, para usted qué papel juega la arquitectura local, la identidad y el territorio en Colombia? ¿Esto cómo está implícito en su obra?

Siempre he intentado evadir cualquier discurso que gire en torno a conceptos de identidad. Son discursos que rápidamente caen en la ideología. Evidentemente cualquier proyecto está determinado por condiciones materiales y culturales concretas. Son parte de la «materia prima» con la que trabaja el arquitecto y además no es la única. Sin embargo prefiero que cada proyecto suponga plantear de ceros cuáles son estas condiciones, en lugar de intentar encontrar una serie de características comunes para una arquitectura que debe ocupar un territorio tan basto y diverso como lo es Colombia.

¿Qué legado le gustaría dejarle a este mundo desde su obra?

Es una pregunta muy ambiciosa. Me gusta pensar que mis proyectos dan lugar a espacios que se pueden vivir de manera muy natural. Tan natural que los espacios en sí mismos desaparecen. Espacios que son necesarios precisamente por su capacidad de no estar ahí.

Y para cerrar…  ¿Cómo cree usted que la reciente pandemia y el confinamiento que obligó a millones de personas a permanecer en casa, vaya a cambiar nuestra manera de concebir la arquitectura, diseñar una vivienda, y el cómo habitamos y nos relacionarnos con el espacio?

Me preocupa mucho lo que está pasando con la ciudad a raíz de la pandemia. Me preocupa que la atención general se centre en crear espacios domésticos mejor adaptados para que las personas puedan desarrollar su vida laboral y su vida íntima en un mismo lugar. Esto es de por sí problemático al suponer un colapso de la de estas dos esferas. Pero el verdadero problema está en la funcionalización del espacio público. Con la pandemia cada vez nos tenemos más miedo unos a otros. Ahora la cercanía entre unos y otros está mal vista. Con esto el espacio público se está reduciendo a no ser más que un medio para ir de un espacio privado al otro. Es una ciudad en la que se refuerza la muerte de la vida en la calle y el pragmatismo y la seguridad son los criterios que moldean el espacio público.

Mistral Panadería Artesanal en Chapinero © Lucas Oberlaender Arquitectos / Simón Bosch

Conozca más del trabajo de Lucas Oberlaender:
loberlaenderarquitectos.com
7patios.com