Entrevista por: Juan Ricardo Rincón

La música escandinava siempre ha sido un misterio para los oídos de otros; parece lejana, ajena y llena de misterios infinitos. Sin embargo, poco a poco, algunos artistas han salido de sus países para pisar tierras del otro lado del océano. Anders Tretemoller un es ejemplo de esto; su música es sin duda, un generador de cuestionamientos con respecto a la movida artística en Dinamarca y otros países.

EXCLAMA: ¿Cuál es su percepción acerca de Latinoamérica?

Anders Trentemøller: Hemos estado únicamente en México; fuimos a Ciudad de México una vez e hicimos una presentación allí para la gente que realmente aprecia nuestra música. Hemos estado en Estados Unidos, Europa y Australia, sin embargo, nos encantaría estar en Sur América, pues al parecer tenemos varios fans allí; hemos recibido gran acogida y comentarios a través de las redes sociales como Twitter y Facebook, así que sería muy agradable presentarnos allí.

Durante los últimos años, la industria de la música se ha transformado bastante; la tecnología es gran parte de esta. ¿Cómo se han adaptado a todos estos cambios y cómo ha influenciado la tecnología en su música?

Para ser honesto, no creo que haya influenciado mucho en mi música. Sin embargo, toda la idea de escuchar música ha cambiado en los últimos diez años. Antes era más común escucharla a través de un disco, ahora la gente escucha canciones sueltas, a través de Spotify, blogs, iTunes y este tipo de plataformas; al parecer hoy en día la gente no siempre tiene tiempo de escuchar un disco completo. No sé si estoy siendo anticuado, pero me encanta la idea de sentarme y escuchar un disco completo. Por ejemplo,  en un vinilo, escuchas la primera media hora y luego lo tienes que voltear para escuchar el resto, es más como una sesión alrededor de la música, tomarse el tiempo para transportarte a otro lugar y adentrarte en el álbum. Eso lo aprecio realmente y por eso sigo haciendo mi música en este formato de disco. La gente me pregunta mucho y me dicen que es más fácil vender la música canción por canción, pero eso es algo que realmente no quiero hacer. Las cosas han cambiado, aunque también de forma positiva, ahora es más fácil conseguir música, sobre todo música poco conocida, hace diez años eran las disqueras las que decidían lo que salía al mercado. Ahora se puede hacer música de forma independiente, mezclar y subirla a Itunes, Soundcloud y otras plataformas que la dan a conocer, eso también es muy interesante.

Durante los últimos años ha habido un boom por los festivales musicales, algo muy diferente a la experiencia de presentarse individualmente, no solo para el que se presenta sino también para el público. ¿Cómo han acogido todo esto?

Sí claro, de hecho hoy en día hay muchos festivales musicales y eso es algo muy positivo para nosotros los músicos, pues se ha vuelto un poco difícil obtener ganancias económicas a través de las ventas debido a la forma en que se consume la música; como artista no se gana mucho de estas regalías. Por esto, una de las soluciones es salir y tocar en vivo. Yo no lo hago por el dinero, lo hago porque realmente me gusta, pero también creo que es una buena alternativa. Hay algunos festivales que se enfocan en ciertos estilos musicales, cosa que facilita el reconocimiento de las bandas que pueden tocar para un público.

¿Qué opina sobre festivales como el Sónar que le abren espacio al arte y tienen un enfoque distinto?

Es algo realmente interesante, pues no son solamente festivales musicales. De hecho, ahora que estaba caminando por los pasillos antes de la entrevista, vi a un joven haciendo una gran instalación artística, fue muy bueno ver que el arte y la música se pueden fusionar. Lo visual es muy importante para mí. Por eso cuando nos presentamos en vivo, intentamos ser muy visuales.

 ¿Hasta qué punto le interesa y es consciente de que el arte es parte integral de su show? E igualmente, ¿qué artistas le interesan y a cuáles tiene como referente para seguir una estética?

He estado trabajando mucho con un diseñador que se dedica a la moda y hace instalaciones de arte. Ha sido parte de mi interés visual, sobre todo cuando empezamos nuestra carrera.  Ahora es muy famoso y reconocido mundialmente, pero siempre ha sido parte de nuestra trayectoria y de nuestros shows. Antes de cada gira nos reunimos y hablamos de las cosas que pueden llegar a funcionar para el show. Como nuestras presentaciones, son en su mayoría instrumentales, no hay alguien en el centro del escenario, por eso intentamos incorporar la parte visual para que sea el foco central. Así como Henry, hay muchos otros artistas que son inspiración; David Lynch, Christopher Nolan…hay muchos, sin embargo intento no pensar mucho en eso a la hora de crear música, todo eso lo desarrollo cuando la música está lista y es momento de presentarnos.

¿Qué opina sobre la participación que la música escandinava está teniendo en estos días?

Muchas cosas han cambiado desde hace diez años y ahora los artistas escandinavos son más seguros de sí mismos; sonamos tal cual somos. No tratamos de ser una copia de artistas estadounidenses o ingleses, tenemos más autoestima y seguridad en el sonido escandinavo, y eso muy bueno. Arquitectos como Bjarke Ingels y demás artistas hacen que tengamos más confianza entre nosotros y de nosotros mismo. Todo esto ayuda en cómo los músicos escandinavos se ven a ellos mismos, aspecto que no era antes tan claro hace diez años.

¿Entonces usted cree que todos estos movimientos de diseño y arquitectura  han abierto caminos y han dado momentos?

Por supuesto. Además, definitivamente el internet, Soundcloud y todas estas plataformas, hacen que las personas puedan conocer música más fácil, porque como expliqué con anterioridad, antes había quién dictaba qué salía, ahora todo el mundo puede sacar su música y tener contacto con otros músicos, y sin duda, esto ha sido una gran ayuda para la música escandinava y para los músicos en Dinamarca.

Es una pregunta un tanto difícil pero importante: ¿Cómo ve el futuro de la industria musical?

Sí, es una pregunta difícil. Para mí, se ve positivo pero al mismo tiempo negativo porque no sé cómo los artistas jóvenes o independientes van a sobrevivir. Es muy difícil mantenerse y vivir de la música en estos días pues ahora tienes que tocar en vivo, y para hacerlo, debes ser reconocido, lo cual es difícil porque hay mucha competencia (creería que en parte por la internet). Entonces, puede ser un tanto difícil para los artistas jóvenes consolidar su nombre o estar en la escena musical. Sin embargo, hay que apoyarlos. Es muy difícil predecir el futuro de la industria musical. Yo trato de mantenerme positivo y creer que estas nuevas tecnologías nos ayudarán de alguna manera. ¡De hecho lo están haciendo!

¿Tiene alguna referencia de artistas o músicos latinoamericanos?

La música latinoamericana no es algo que esté escuchando actualmente.

Y gracias a internet, un artista que conozca…

De hecho, hay un hombre llamado Murcof que es de México y está haciendo música que suena un tanto nórdica; es melancólica y fría. Es uno de los artistas latinoamericanos que tengo presentes.

Hablando de melancolía, ¿cómo este aspecto ha influenciado o estructurado su música?   

La vibración de melancolía es parte de la vibra escandinava, posiblemente porque está constantemente en el ambiente ya que llueve constantemente (risas). Si escuchas música Folk de hace algunos años, notarás que tiene un poco de melancolía y en parte porque va en nuestra sangre; no es algo que tratemos de ganar sino que simplemente es un hecho y ya está. Es una sensación agradable. Para mí, la melancolía no es lo mismo que la depresión, en realidad es algo hermoso que va más allá de las cosas malas.

Claro, no solo se limita a la tristeza…

Exacto. De hecho, si tú escuchas el tango y otros sonidos que tienen una vibra pasional, aun tienen ese toque melancólico.

Para terminar, ¿para usted cuál es la contribución que Trentermøller le ha dado a la música?

Es una pregunta algo difícil porque no es una cuestión que esté pensando constantemente, solo trato de hacer buena música; eso es en lo que estoy enfocado.

O podríamos voltear la pregunta y decir ¿qué es lo que más lo motiva de hacer música?

La libertad que me da y me genera. Sentir que lo que estoy haciendo está bien y si la música me lleva a otro lugar, para mí eso es excelente; no hay un plan exacto para hacer música y mucho menos una manera de seguirla. Hago lo que siento que está bien y con suerte las personas la escucharán. La música es una terapia para mí, en el sentido que uno puede expresar los sentimientos, y eso es fabuloso.

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