Es posible que no muchas personas en Colombia sepan quién es, pero fuera del país su nombre es sinónimo de elegancia, lujo y sofisticación. Esta caleña ha conquistado el mundo entero con sus bolsos hechos en pieles exóticas, estéticamente impecables y de excelente calidad, los mismos que han pasado a formar parte del ropero de actrices, modelos y fashionistas. Sus diseños han sido protagonistas del vestuario de películas como The Devil Wear’s Prada, Sex and The City y de series como Gossip Girl.
Su historia comienza en su natal Cali, en 1989, donde justo después de su divorcio y con no más que una máquina de coser y un empleado, Nancy comenzó su primera marca. Especializada en cinturones y bautizada Encueros de Colombia, Nancy González la recuerda como una pasión. Trabajando primero desde su casa y luego en su taller, ubicado en el segundo piso de un centro comercial, logró consolidarse en menos de un año dentro de un segmento muy exclusivo del mercado de los accesorios. Sin embargo el éxito y la fama no llegarían aún. A pesar de tener funcionando siete tiendas y de confeccionar ya no solo cinturones sino también bolsos, no sería sino hasta que Nancy se mudase a Nueva York con la idea de apostarle todo al mercado internacional, que sus piezas pondrían su nombre en el hall de la fama del mundo de la moda.
En 1998 Nancy González le vendió su primera colección, compuesta por ocho estilos en cinco colores, a la renombrada tienda Bergdorf Goodman. De la mano de este gran padrino, González consiguió instruirse en los ires y venires de la comercialización de piezas como las suyas: temporadas, precios, proveedores, etc. Hoy en día sus diseños oscilan entre los 500 y los 10.000 euros, han sido alabados por publicaciones de moda de la talla de VOGUE, reconocidos por el Accesories Council con el premio Brand of the Year; e incluso uno de ellos fue elegido para formar parte de la exhibición permanente del Museo Metropolitano de Nueva York, como uno de los 65 artículos más sobresalientes de la moda desde el siglo XVIII hasta hoy.
Sus originales diseños se diferencian ampliamente uno del otro gracias a las texturas que su principal materia prima, la piel de cocodrilo, les otorgan. Ningún patrón de las pieles usadas es igual al otro, lo que convierte sus bolsos en exclusivos artículos de lujo. Nancy maneja pieles en 350 colores diferentes, cada una con un proceso distinto al otro.
Sus piezas, como ella misma lo afirma, están inspiradas en la alegría, los paisajes y los colores de Cali, ciudad que visita periódicamente, pues es allí donde anualmente se fabrican los casi 40.000 bolsos que llevan su nombre, los mismos que se venden en exclusivas tiendas al rededor del mundo como Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, y en sus boutiques ubicadas en ciudades como Nueva York, Miami, Londres, Japón, Taiwan, Singapur, Corea, Moscú, París, Dubai y Seúl.
Para esta diseñadora de bolsos lo realmente importante a la hora de fabricar un bolso son, primero, las pieles, que para ella son como joyas únicas a las que hay que aprender a conocer y respetar tanto en textura como en forma y color. Lo segundo es la técnica: todas sus piezas son fabricados por artesanos entrenados por ella misma y nutridos por maestros italianos y franceses por largos periodos de tiempo; dedicación que llamó la atención de Pamela Golbin, curadora de moda del Louvre, quien escribió un libro sobre su vida y oficio, en el que se refiere a sus diseños como el perfecto balance entre la funcionalidad y la creatividad. Actualmente no hay celebridad que no posea una LEAF de Nancy González en su armario, o mujer que no desee tenerlo.
Habiendo terminado de conquistar el mercado estadounidense y el aún más exigente, mercado asiático, la diseñadora está dedicada de lleno a la apertura de sus nuevas tiendas, ubicadas en París y Londres, diseñadas por el famosísimo arquitecto John Rawlins, quien fue escogido por su hijo Santiago, presidente actual de la compañía para edificar lo que serán los dos más recientes escalones de su imperio forjado sobre la misma base que la sigue impulsando: que sus diseños hagan sonreír a aquella que los posea.
Escrito el 30.01.15
Web: Nancy Gonzalez