Texto por: Susana Cheng
Solo aquellos que sentimos un profundo amor por la música entendemos lo que representan las tiendas de discos independientes. Estos universos configurados por exquisiteces sonoras llevan décadas dándole la bienvenida a curiosos dispuestos a empolvarse los dedos mientras cavan un diverso inventario de rarezas y dispuestos a pasar el tiempo que-ahí adentro-desaparece ante un placer puramente musical. Un encuentro con un disco inesperado ratifica que el amor a primera vista sí existe; flaqueamos ante la sola idea de dejarlo ir. Por eso es que después de cruzar su umbral, un melómano de corazón no sale de una buena tienda de discos con las manos vacías. Estos lugares son los hábitats naturales de los acetatos que soñamos ver girar en nuestros tornamesas; estos son los lugares que celebran una o muchas expresiones musicales y esto justifica todo el ritual que rodea su existencia.
Durante la década de los 80, el Reino Unido era el hogar de alrededor de 2000 tiendas de discos pero en el 2009 el número había disminuido a 270, obligando a este nicho comercial luchar contra su extinción; la metamorfosis de la industria musical obligó a los coleccionistas cambiar radicalmente la dinámica de compra. Sin embargo, más recientemente, también hemos sido testigos del renacimiento de estos lugares en ciudades que palpitaban al ritmo de la escena. En Londres, las tiendas independientes se han convertido en preciados lugares gracias al esfuerzo de muchos por reafirmar su amor por la música. Al parecer el romance establecido entre los vinilos y el gusto selectivo de cualquier aficionado han superado la practicidad consumista que hoy en día ofrece la tecnología.
Los hábitats originales de los vinilos se esparcen por toda la capital inglesa. Desde 1974, Honest Jons ha vendido una variedad de funk, jazz, reggae y soul en el oeste de la ciudad. Hoy en día su disquera-dirigida por Damon Albarn y Blur-hace compilaciones (música de la postguerra compuesta por jóvenes de ascendencia africana y jazz afrocubano del Bronx) que mantiene la naturaleza eléctrica del lugar y de antiguos clientes como Johnny Rotten y Courtney Pine. Sounds of the Univers, ubicada en el SOHO, ofrece una selección más grande de world música de todo el Reino Unido, caminar por sus pasillos es como hacer un recorrido por un atlas universal de sonido. En el mismo sector, BM SOHO tiene todo lo que comprende la escena electrónica bajo la asesoría de Djs, productores y dueños de disqueras.
Hacia el este de la ciudad, Rough Trade es una institución de Brick Lane. Sin embargo, su comienzo se remonta a la tienda original en el oeste y al lanzamiento de Rough Trade Records, hogar de artistas como Buzzcocks y The Smiths. Para encontrar vinilos únicos de puk, goth y metal basta saber que habitan en el oscuro sótano de Resurrection Records en Camden Town mientras que la movida musical Jamaiquina gracias al establecimiento de sus nativos en el sur de la ciudad, la encontramos en el icónico Supertone Records & CD´S en el colorido sector de Brixton.
Como todo en el mundo de la música, la lista y variedad de tiendas de la ciudad parece interminable. Estos lugares han adoptado estrategias para conservar su existencia; han diversificado sus inventarios y los eventos en los que participan. Records Store Day ha surgido como una fecha que convoca la importancia de la industria alrededor de toda la ciudad. Pero por encima de todo cabe resaltar que todas las tiendas sobreviven porque se caracterizan por generar un sentido de comunidad y por comunicar las pasiones de sus dueños y el staff que como un buen librero, siempre está dispuesto a guiar. Estos lugares evocan la nostalgia de una época donde la música no se difundía entre a infinidad de internet; aquí se habla de una relación física con el producto y de amistades que se generan a través de un lenguaje sonoro.
Este artículo fue publicado en nuestra edición impresa N. 21. Algunos de nuestros contenidos aún son exclusivos del papel. Para disfrutar de ellos, te invitamos a suscribirte AQUÍ.