Nos sentamos hoy con Etienne Sevet, el músico trotamundos francés que capitanea el proyecto The Bongo Hop. Un enamorado de nuestra tierra, de la gente reidora, de la diversidad musical y cultural, algo que queda bien palpable en su propuesta. Está por publicar un nuevo disco, titulado «La ñapa» (Underdog Records), donde cohesiona desde sonidos del Pacífico a ritmos más urbanos, incluso de África (Argelia, Angola). Todo siempre con maestría y una vibra única para el groove. Dejemos que salga el sol…
Estamos ante un francés que sin duda alguna siente una pasión enorme por Latinoamérica, en especial Colombia. Su cultura y gentes ¿cómo es eso? ¿Nos cuentas y describes tu idilio con nuestra querida patria?
Yo estaba haciendo un documental sobre Héctor Lavoe, llamado «La Voz», esto sería como en el 2003. El caso es que por este motivo empecé a viajar a Colombia, algo que seguí repitiendo también escribiendo artículos de cultura, deporte, etc. En el transcurso de dos años me enamoré del país. Quise quedarme, y así fue, me radiqué en Cali. Me quedé amañado por su gente, la fruta, los paisajes –me gusta caminar por lugares recónditos- y la música por supuesto. Vine en principio por la Salsa, pero allí descubrí el currulao, la chirimía, el Petronio básicamente.
¿Cuántos años por acá y qué te enamoró más de Cali? ¿Llegaste a trabajar incluso de corresponsal para World Sound, verdad?
Realmente no llegué a trabajar en principio como corresponsal para World Sound, eso vino después, al igual que ser profesor en la Alianza Francesa. Llegué como periodista, pero como te decía, por el documental y para cubrir otras cosas. Sí que trabajaba para una revista francesa llamada So Foot, de fútbol y cultura. Dos años fueron yendo y viniendo, luego echando raíces en la linda ciudad de Cali unos seis. La rumba, el tipo de vida más relajado y la proximidad del Pacífico, de los Farallones, me llamaron mucho la atención. Un lugar además estratégico para salir para el sur (Ecuador), tengo amigos en el eje cafetero. Yo soy del suroeste de Francia, de Burdeos donde tenemos el Atlántico, así que marché de un suroeste a otro.
Musicalmente hablando, ¿de qué manera ayudó e inspiró en tu desarrollo como músico? ¿En lo personal también?
Es obvio. Se puede decir que llegué por la Salsa, que siempre me gustó, la escuchaba, salía a bailarla los fines de semana… Pero indudablemente lo que me acabó atrapando fue todo el patrimonio musical del Pacífico. Al igual que otros géneros más urbanos que también existen en Cali. Original y único. Me atrajo también esa forma de espontaneidad de la gente a la hora de lanzarse a hacer algo. Yo también soy muy así. Digamos que en grandes urbes como París tienes que pedir cita dos semanas antes para tomar un café con un amigo. Me gusta lo de ir por la calle, saludar a alguien y acabar tomando una pola en cualquier esquina. Muchos franceses son como yo. Nos gusta interactuar sobre música, también vivencias.
Músicos muy respetados del Pacífico –como Nidia Góngora- compartiendo talento y dándose la mano con un trompetista y compositor original de Burdeos ¿cómo suele organizarse The Bongo Hop a la hora de componer música nueva y preparar conciertos?
Es sencillo, yo compongo mis cosas acá, no siempre solo, por ejemplo con productores como Patchworks. Cuando la música ya está terminada se la mando a los vocalistas. Luego doy ideas, también propongo los temas para la letra, y a partir de ahí creamos un diálogo sobre el contenido, la vibra de cada tema en cuestión. Como dicen en el periodismo: el ángulo. Después se me envía una demo del canto, de la melodía y por lo general poco más tengo que añadir, casi siempre ha sido todo de un solo tiro. Luego suelen ir a grabar a Bombo Records, productora en Cali de Cristhian Salgado, quien hace siempre un tremendo trabajo. Cuando todo regresa a mí, puede ser que tenga que editar levemente algo, pero sobre todo mezclar, una parte realmente importante en el proceso.
Cortesía The Bongo Hop
En concreto, ¿cómo se siente uno al compartir horas y emociones con alguien como Nidia Góngora? Lo preguntamos porque es enriquecedor como productores europeos como Quantic o tú mismo piensan en ella como cómplice…
Es un poco más complejo. Con Nidia Góngora hicimos una gira para el primer disco, luego fue imposible con el segundo, llegó la Covid y lo impidió, pero es algo que pensamos repetir ahora en junio coincidiendo con la salida de «La ñapa». Llevo tiempo sin verla, desde noviembre, pero llegará para comer y charlar juntos, en definitiva a retomar las cosas tranquilos. Luego ensayos ¡y a tocar! Aquí yo tengo una banda armada, con vocalistas que tienen una capacidad sensacional de retomar el repertorio. No es la misma cosa, pero es práctico para realizar conciertos.
Nidia implica, por ejemplo, dos cosas: magia y al mismo tiempo una persona normal, de carne y hueso. Ella aporta profundidad, al nacer en Timbiquí está como muy arraigada en la tradición. Tipo a un árbol, con los pies, las raíces en la tierra, y la cabeza muy en el cielo. Sabe de mundo, ha viajado mucho gracias a su música. Tal vez su educación, la visión del mundo, la había preparado a ser abierta a este tipo de colaboraciones que son difíciles también, pues requieren que salga de su zona de confort.
¿Te aventurarías a contarnos como se presentan los próximos meses para The Bongo Hop en cuanto a la salida en mayo de «La ñapa», colaboraciones, actuaciones, etc.? Por cierto, «La ñapa» no es un disco al uso, es algo más especial ¿sí?
Ya salió el sencillo «The Red Hill», un tema de hip hop con Dafuniks. Y ahorita recién se publicó, esta vez con vídeo, «La ñapa» precisamente con Nidia y que prestará su título al disco previsto para que vea la luz en mayo. Yo llevaba mucho tiempo con las ganas de trabajar con un cantante de habla portuguesa. Ya incluso para el anterior disco. Finalmente he logrado contar con una colaboración del angoleño Paulo Flores, quien es un gran cantante de Semba y que es como el sucesor de Bonga. Me ha hecho muy feliz tenerle en el tema llamado «Tempo Rei» y es muy sabroso. Hay otro tema con Nidia, «Esta vida». También hay cosas distintas a lo que hacía antes, de hecho lo considero un disco de transición y yo mismo me autorizo a ciertas variaciones o cambios de dirección. Me gustan las músicas del sur del desierto de Argelia, entonces va un tema que mezcla esto con mi pasión por el dub. Es con Souad Asla y es de mis favoritos. Finalmente remezclas de Voilaaa, Futuropelo, hay hasta un tema como de house cantado en criollo de Haití… pero todo con coherencia.
Espero que les guste. Saldremos de gira primero por Francia, luego Europa y esperemos que a finales de año, lo antes posible, estemos por América Latina.
Acá puede escuchar La ñapa en las diferentes plataformas de streaming. O directamente a través del canal de Spotify de The Bongo Hop.
Fotografías: JP Giménez