Una bolsa en la cabeza, un sin fin de obras en las calles y aún habiendo sido nombrado en la lista de las 100 personas más influyentes en el 2010, no sabemos quién se esconde detrás de todos estos atributos. Banksy, como se le conoce a este reconocido grafitero y artista británico, ha demostrado desde su aparición en este mundo clandestino y “underground” que el reconocimiento no es la meta de lo que se hace.
Este año algunas personas afortunadas (a nuestro parecer) compraron obras de Banksy sin siquiera saber que se trataban del artista, por precios irrisorios, y como siempre, como parte de la idea de compartir su obra entre la gente. El punto de venta se encontraba cerca a Central Park en Nueva York, fue hasta después de pasado el día de venta que el artista anunció su venta secreta.
En días pasados se encontró una nueva obra del artista: Mobile Lovers. La obra, como otras, estaba una vez más adornando un muro (esta vez en Clement Street en Bristol, Reino Unido) y brindándonos un espacio profundo de reflexión detrás de un retrato que es, como siempre, una critica al sistema. Pero, lamentablemente, todo se vio opacado ya que la obras del artista fue “recogida” como parte del proyecto Stealing Banksy.
El artista siempre ha considerado que el vender sus piezas sin su permiso es algo totalmente desagradable. No es una situación nueva, ya que muchas de las obras del artista han sido removidas de sus lugares originales para ser vendidas o subastadas más de una vez. Y es que Banksy nunca ha esperado nada por su arte; en su página web le permite a sus fans descargar sus obras en alta calidad sin costo alguno. Lo que para el artista resulta completamente contradictorio y paradójico es la critica que se hace constantemente en el mundo a este tipo de arte (el del graffiti), pero al momento de encontrar una oportunidad económica en este, se ve con otro ojos y se saca todo el provecho.
Banksy además puso un comunicado en su página diciendo que no tenía nada que ver con la venta de sus obras, pero más allá de este incidente, este artista ha creado un espacio para otros que se dedican a lo mismo. Le está abriendo un espacio al arte callejero, mostrando que también hay espacios para adornar una pared y un muro sin considerarlo vandalismo, sino más bien arte puro.