Ubicado en Fornacette, Italia, ésta construcción inaugurada el año pasado, es el renacimiento de un banco que pedía una nueva imagen para mostrar. El arquitecto Massimo Mariani, cuyo estudio de más de 30 años fue el encargado del proyecto, ha incursionado en el mundo de la arquitectura y el diseño, buscando un factor común, y sintiéndose cómodo al crear ambientes de trabajo y oficinas.
En el interior, el diseño ofrece aire y luz de manera generosa, algo poco visto en otros edificios destinados a la banca. Con materiales como madera pura y vidrio, Mariani rescata el espacio vacío y lo aprovecha al máximo. El edificio cuenta con oficinas y con un auditorio para más de 300 personas.
Por medio de materiales brillantes para el revestimiento y el uso de vidrios coloridos para la fachada principal, logran transformar el edificio, que se asemeja a un monolito, se transforma en una linterna: en noche sus materiales alumbran y en el día llegan a cambiar sus colores al antojo del sol. El exterior brinda un adelanto de lo que pasa adentro, pues conserva las mismas formas de estilo simple.
No solo la fachada del edificio brilla, pues el ingenio de los arquitectos y diseñadores que trabajaron en el proyecto también tenía luz propia. La nueva sede de tres pisos del Banco de Pisa y Fornacette constituye parte de un plan de desarrollo urbano en la ciudad, mientras su funcionalidad como una base-operacional para los clientes no es abandonada en el camino.
Su vegetación interna es parte del compromiso de la empresa con el planeta, así como lo fue el hecho de donar el espacio de la antigua sede para abrir más espacios verdes en la ciudad. Su forma cuadrada, es también un mensaje del cambio que realizan, pues dejan de lado la estructura triangular de la antigua sede. !
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