Escrito por: Manuela Ibargüen
Carlos Cortés habló con EXCLAMA sobre Polite y nos contó acerca de su recorrido profesional.
Así es Carlos Cortés: un hombre pequeño de estatura, pero de espíritu muy grande. Este diseñador de 38 años proveniente de Ibagué, tiene un marcado acento español que delata sus más de diez años viviendo en Madrid.
Su propósito es crear nuevos lenguajes a través de la moda, hacer de la prenda un medio de comunicación para anteponer la ética a la estética, pues para él la una conlleva a la otra, siendo la primera más relevante. Preocupado, hace énfasis en la democratización de la moda y se pregunta: “¿A qué precio?”. Carlos presiente que vivimos un retroceso en el tiempo, en donde por medio de la explotación de unos (muchos), otros se visten bonito. Por esta razón él intenta desarrollar sus colecciones de manera respetuosa y responsable, manteniendo vivas esas inquietudes y cuestionamientos.
Pasarela Otoño Invierno 2012 – Cortesía Polite
Su proceso creativo es conciso, pero la sensibilidad que suscita en sus palabras y gestos es inconmensurable. “Yo pinto con mis telas”, afirma. Para su última colección “Garden of Eden”, que presentó en las pasarelas de Colombiamoda 2013, su inspiración fue un libro de ilustraciones del siglo XVIII que descubrió como un tesoro en la biblioteca de un amigo. Luego vino una exploración en la estampación de los tejidos, intentó generar texturas que permitieran volúmenes y finalmente encontró este maravilloso material: el spacer, en principio utilizado para las copas de sostenes.
Una escenografía sin precedentes, donde referentes de un jardín mágico en armonía con siluetas utópicas y telas livianas que semejan una segunda piel, abrió paso a su “minimalismo romántico”, como él mismo denomina su estilo.
Pasarela Colombiamoda 2013 – Cortesía Inexmoda
Carlos Polite es un apasionado por la lectura y la fotografía, pues recuerda a una de sus maestras cuando estudiaba Bellas Artes, quien le insistía firmemente que si uno no tenía nada en la cabeza no podía proponer. Gracias a ella se convirtió en un consumidor desbordado de imágenes y lectura. Dice que si pudiera vestir a una mujer, le encantaría que fuera Virginia Woolf por la exquisitez y elegancia de su escritura.
Aunque procura no casarse con ninguna inspiración, siempre guarda referentes en sus archivos mentales. Para Carlos, Comme des garçons es una propuesta que demuestra que lo inacabado y lo imperfecto también son una muestra de belleza “la belleza esta en quien la mira”, dice. Habla también de Hussein Chalayan con su valor incomparable, que logra fusionar la tecnología, la funcionalidad y la sencillez. Finalmente, se deleita con Valentino a quien define como contemporáneo por volver a la mujer exquisita: “es como un postre, te dan ganas de comértelo”, dice sonriendo.
De manera anecdótica, cuenta que un día en un cóctel le dijo a Carlos E. Botero, presidente actual de Inexmoda, que Polite sería una de las firmas más importantes del país. Botero sonrió con aire dubitativo y tres años después aplaudió con entusiasmo el trabajo disciplinado y constante que ha logrado Polite.
Pasarela Primavera Verano 2013 – Cortesía Polite
Esta empresa familiar, con su madre dibujando patrones directamente sobre la tela, “era una empresa sin pretensión”, cuenta Carlos. Años después, su hermana se encargó de la tecnificación de los procesos y el resultado es que hoy en día Polite tiene una capacidad de producción de 9000 prendas al año. Hoy es una empresa que piensa en grande, Carlos sueña con ver a las asiáticas vistiéndose con Polite; no en vano, algunas de las piezas de esta colección tienen escotes en la espalda como los kimonos. “Me imagino a Polite como Prada”, dice el diseñador de manera soñadora. Quiere hacer que esta marca, con lenguaje personal, impregne los cinco continentes, de ahí su presencia en ferias internacionales como Pure London o Paris Fashion Week.
“El blanco y negro es una inspiración de las Manolas, que son estas mujeres que acompañan la Semana Santa” cuenta Carlos.
Pasarela Primavera Verano 2013 – Cortesía Polite
Si Carlos tuviera que dar un consejo a un joven deleitado por el diseño de modas, le diría que se enfocara primero en las bellas artes para después sumergirse en el universo de la moda. “La moda no es solo una prenda, no se trata de hacer ropa bonita, se trata de hilar un discurso y de tener referentes”, dice con seguridad. Finalmente insiste en que, a pesar de que el trabajo de un diseñador es crear, también debe ser un empresario, porque o si no puede fundirse rápidamente en el engranaje de la industria. Acerca de la moda en Latinoamérica, Cortés opina que es incipiente, pues la seguridad empresarial aún es débil.
Termina aclarando que cada quien hace lo que le gusta gracias a sus grandes obsesiones, y que la moda definitivamente es la suya. Por eso escribe Moda con mayúscula, por eso piensa en Polite con mayúscula.