La historia de cinco jóvenes arquitectos emprendedores colombianos que viajaron a la Bienal de Venecia para exponer su instalación.
Mientras en agosto algunos seguían trabajando, otros disfrutando del final del verano y otros simplemente hacían sus labores cotidianas; cuatro jóvenes colombianos (Felipe Velásquez, Alberto Manrique, Pedro Aparicio y Felipe Guerra) se encontraban en Venecia arrastrando y subiendo 3.5 toneladas de tierra a un quinto piso del Palazzo Bembo construído en el siglo XV. Todo esto, porque fueron invitados a participar en un evento colateral, llamado Traces of Centuaries and Future Steps en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2012. Y no es para menos, estos chicos con apenas 25 y 26 años de edad, ya tienen su propio estudio de arquitectura llamado Altiplano y han participado en diferentes concursos y ferias como el “Concurso Público Buena Arquitectura Excelente Pedagogía” -en donde ganaron 4 premios- y la feria Odeón 2011 en Bogotá, en donde generaron una majestuosa intervención arquitectónica.
La Bienal de Venecia es el espacio de discusión y divulgación más grande con el que cuenta la arquitectura. Para cada versión se elige un curador, que propone un tema y escoge los participantes de la Bienal y de los eventos colaterales. Para este acontecimiento, Global Arts Foundation estaba buscando un estudio joven en América y fue así como Altiplano fue elegido. El punto de esta Bienal, era plantear preguntas sobre los territorios físicos e intelectuales a partir de una cultura vital, interconectada y arquitectónica.
A mediados de agosto, el equipo de Altiplano, junto al arquitecto Carlos Balen viajaron a Venecia para construir la intervención, para la cual tardaron 6 días de preparación. La instalación consistía en subir 3.5 toneladas de tierra a un quinto piso para luego transformarla a un objeto/escultura de tierra compactada. La construcción de la instalación se dio de manera performática, desde la llegada de la tierra en barco, la mezcla de dungeon bajo la escalatina principal del palacio, la subida de la tierra balde a balde y finalmente la compactada de la pieza. Todo con el fin de generar un performance que permitiera una discusión sobre la relación entre la tradición y lo contemporáneo y el territorio y el ambiente construido. El eje principal de esta instalación es que el observador entienda la dependencia que tiene la arquitectura con la materia y por consiguiente, de la ciudad con el territorio.
La instalación se construyó durante el mes de agosto en Venecia y estará expuesta hasta el 25 de noviembre del 2012. Así que si tiene pensado viajar a Europa este mes y pasar por la ciudad de las máscaras, no deje de ver este maravilloso performance arquitectónico hecho por colombianos emergentes.