Fotos por: Juan Camilo Estévez
Sin importar qué tan diferentes sean las múltiples culturas de nuestro planeta, siempre existirá un fuerte lazo que nos una como humanos, un mismo lenguaje que nos permita comunicarnos, reír, llorar y disfrutar: la música. No importa si usted es del Congo o de Nueva York, este lenguaje universal une almas al ritmo del beat y nos permite perdernos en mundos imaginarios por unos minutos para gozar o llorar.
El pasado jueves 5 de marzo, este lenguaje llegó en forma de un hombre de Syria. Omar Souleyman empezó su carrera musical en 1994 cuando cantaba en bodas de sus amigos, desde ahí supo que la cultura y la diversidad serían los canales perfectos para llevar ritmos árabes a todas partes del mundo.
Tras un largo camino, Souleyman ha trabajado de la mano de varios artistas occidentales como Bjork y Gorillaz, y ha logrado estar en grandes festivales como Glastonbury. Hace dos años la alianza con este lado del planeta fue aún más fuerte cuando el sirio produjo su primer disco de estudio con Kieran Hebden, líder de Four Tet. El teclado de Rizan Said y sus sonidos orientales como el shaabi representan el encuentro de los mundos; un tipo de música electrónica dancera nace a la par de los recuerdos de Bollywood.
Aunque el sirio no hable inglés ni español, basta con escucharlo cantar para entender más del sentimiento que pone en cada estrofa, y de sus letras que hablan de amores e historias, pues es lo que le mueve; más allá de la política o la religión encuentra en la música el medio perfecto para declararse o para celebrar una unión. El no hablar un idioma occidental no representa un problema, de hecho él cree que “Muchas veces las personas ni siquiera saben de lo que hablan mis letras, intento cambiar esto mostrando las letras en mis álbumes para que la gente sepa de que hablo; sin embargo, muchas veces solo quieren bailar. Supongo que convierten el baile en lo más importante de mi música.”
La tradición de su tierra natal no solo la lleva en el turbante de su cabeza; más allá de la tecnología utilizada en los instrumentos que lo acompañan, la tradición hace parte de su música siempre, algo de lo que Souleyman se siente muy orgulloso. De hecho, al momento de preguntarle cómo ha visto su propia evolución en la música, él responde “No he cambiado, sigo siendo el mismo cantante de bodas”.
La música ha llegado como parte de su vida, ha tomado lugar en su corazón y no planea cambiarlo; es su mayor pasión y lo demuestra mientras canta y aplaude con sus manos al ritmo del teclado.
Billares Londrés se hundió en el placer de la fiesta mientras los asistentes al concierto bailaban al ritmo de Omar Souleyman, Richard Balir, R.A.H, y Memek. Nuevamente, el árabe demostró que puede crear una buena fiesta a la par de sus aplausos. !
Links de interés: Omar Souleyman BandCamp / Billares Londres