La antigua fabrica de Coltejer en Medellín se transformó en un escenario de cine, arte y moda.
Olga Piedrhíta inventó una historia de telas, trasparencias, collage y color, basada en su propia noción de Fitzcarraldo, filme que ella decidió no ver para que la versión original no interrumpiera en su recreación de la historia.
Toda la colección, todas las piezas y todo el montaje en la pasarela vienen de una fotografía que recibe Olga en una invitación a un exposición de un fotógrafo inglés. Es así como la diseñadora pone en escena un viaje al pasado, recordando y reflexionando con un poco de nostalgia, pero aterrizada en el presente.
Fue una pasarela teatral: las modelos viajan por el espacio, contaban una historia elegante, llena de color ambientada por una música conceptual.
La música fue dramática, y la propuesta vanguardista. El ambiente tribal, casi asiático, nos llevó en un viaje de elegancia, estilo y perfección que pasó de los colores cálidos (terracota, rojo, naranja) para llegar a tonos pieles (marrones, beige, amarillo y café).
Tres tipos de mujeres fantasiosas salieron de las bambalinas; Mujeres Expedicionistas, Mujeres Botánicas, Mujeres Fitzcarraldo, todas ellas llenas de fuerza, de independencia y de curiosidad, invocando a una mujer única, amante de la historia, del cine y de la literatura.
Pero, ¿qué es de la ropa sin un accesorio?: Un trapo. Olga Piedrahíta sabe muy bien esto, y por eso da cabida en su pasarela a otras propuestas extraordinarias de diseñadores emergentes. Ella es la única diseñadora que invita a jóvenes talentos a participar en su pasarela. Así, impulsó la sensibilidad de Binario para crear zapatos y carteras imponentes, a Sarah Cohen con la sutileza de su ropa interior, a 10d2 para las gafas, y a Claudia Arbeláez con el resto de complementos.
La pasarela de Olga Piedrahíta fue un sello de su libertad, de su vanguardia, posibilitadas sólo por su valor independiente. Una propuesta arriesgada, como todas las de esta diseñadora que no teme el rechazo ocasional del campo establecido de la moda popular.
Su aporte al campo de la moda colombiano, sus ansias generosas de explotar talentos no descubiertos, y su independencia frente a tendencias y a compromisos con grandes firmas, hacen de esta marca una opción verdaderamente especial.
La manera perfecta para darle inicio a Colombiamoda fue la propuesta Primavera/Verano 2012 de Olga Piedrahíta quien desde hacía tres años no presentaba sus colecciones en la pasarela más importante del país.
Conozca las herramientas, presencie la producción. El backstage de Olga Piedrahíta aquí.