Con siluetas sueltas y olor a playa se presentó la colección Primavera/Verano 2012 de Pepa Pombo.
Con esta muestra, la diseñadora, junto a su hija Mónica Holguín, reivindicaron una parte de nuestra herencia que tiende a quedar olvidada: lo africano se exaltó con sus colores, con sus entalles ligeros, con su vibración y su alegría.
Faldas, vestidos y pantalones que articulaban las gamas desde el azul turquesa hasta el amarillo limón se acompañaron de zapatos cerrados de tacones vertiginosos, plataformas, y toques metalizados.
La experimentación en sus estampados dieron lugar a juegos inesperados entre flores y rayas, entre motivos invertidos, entre colores planos fuertes y motivos tribales, entre las sedas, los accesorios y la piel.
Esta colección no sólo fue africana sino que también nos llevó al colorido imaginario mexicano, una fuerte influencia para Pepa Pombo quien dice ser colombiana de nacimiento, pero mexicana de corazón.
La propuesta es coherente con el ADN de la marca; estas prendas son para resaltar a quien las usa. La mujer que escoja llevar un Pombo, no pasará desapercibida. Esta es una invitación a la toma de riesgo.