El relato de una víctima puede que no sea escuchado, y si lo es se va desvaneciendo en el tiempo, dejando pequeños rastros de lo que alguna vez fue aquel ultraje, aquel sentimiento y momento vivido. Esto es lo que la artista Lina Leal quiso mostrar con su más reciente exposición Más claro no canta, en donde los pájaros reflejan la voz de aquellas personas que en algún momento fueron vulneradas, censuradas y discriminadas.
El canto de los pájaros puede llegar a ser un símbolo de tranquilidad, paz y felicidad, pero en esta instalación se puede ver como un símbolo de indiferencia, algo que no se entiende y que se deja en el olvido. Lina Leal quiso con esto crear una metáfora en la que la dificultad de entender el canto de los pájaros y sobre todo, la humana indiferencia a sus melodías, representan los llamados de auxilio de mujeres víctimas de múltiples violencias en el país. Gracias a su trabajo de investigación, en donde recolectó varios testimonios de estas mujeres, la artista pudo experimentar con los registros sonoros y visuales con los que creó imágenes y sonidos que reflejan lo poco que se entiende y se escucha a las víctimas.
Al entrar al Museo Santa Clara, lugar donde se lleva a cabo la exposición, lo primero que se observa es la proyección de imágenes que se van formando gracias a la vibración de las voces de las víctimas, estas se van desvaneciendo sobre las capas de tela mostrando la naturaleza evanescente de la voz y como se pone un manto de silencio sobre aquellas personas que lo único que quieren es comunicar su dolor.
Los cantos de los pájaros se escuchan en el ambiente del antiguo claustro, en donde se encuentra un largo corredor que comunica la antigua sacristía, con el coro bajo y el coro alto. En este oscuro lugar están los confesionarios de la vieja iglesia, que cuentan con una serie de audios acompañados por las visualizaciones de sus ondas de frecuencia respectivas. Al otro lado del pasillo se encuentra una serie de videos en donde se ve a las mujeres contar sus testimonios en blanco y negro, con un audio que se mezcla con el del canto de las aves.
En el último espacio, se observan varias fotografías de los fotogramas del video que se obtuvo con las ondas sonoras, acompañadas de varias latas unidas con alambres, iguales al juego de niños que simula el teléfono hecho de vasitos. Con esto se hace una invitación lúdica para que los espectadores escuchen su voz traducida a los cantos de los pájaros, que son indescifrables para la persona que se encuentra en el extremo opuesto.
Lugar: Museo Santa Clara
Dirección: Cra. 8 No 8-91
Fechas: Del 15 de mayo al 30 de junio de 2019
Más información: www.museocolonial.gov.co