Escrito por Nicolás Mónico
Fotos Cortesía Mármol
Últimamente pareciese que el tema de la tecnología versus lo humano ha llegado a ser foco central de publicaciones, diseñadores, e influenciadores de moda. Basta con hacer un zoom-in a la exposición Manus x Machina del MET, en la que más allá de celebridades dando de qué hablar, las personas podían ser testigos de la impresionante exhibición de prendas famosas donde lo humano se encuentra con la tecnología en temas como materiales, inspiraciones, siluetas y demás.
En países como Alemania, Francia e Inglaterra se ha hablado bastante de conceptos como la impresión en 3D o la exploración de materiales a la vanguardia de la tecnología, pero y, ¿dónde queda Colombia? ¿Qué tan adelantados estamos a nuestra época o qué tan atrasados estamos a las tendencias globales? Algunos talentos emergentes locales alzan su voz para decir “presente” y abrirle paso al futuro mediante exploraciones poco vistas en este lado del mundo.
Juliana Páez, una de estas diseñadoras que miran las tendencias globales para aplicarlas en nuestro país, ha creado la fórmula para mezclar arte, moda y tecnología en una misma ecuación, y tener como resultado una marca capaz de romper moldes. MÁRMOL parte de la nada y del todo, para transmitir su vibra minimalista a través del uso de nuevas tecnologías, una construcción que busca expresar la conceptualización máxima de una idea. Pese a que Juliana lleva más de cuatro años creando piezas únicas, fue hasta este año que se aventuró en la creación y promoción de MÁRMOL, esas seis letras que de seguro darán mucho de qué hablar en la moda colombiana.
Nicolás Mónico: ¿Hasta qué punto MÁRMOL deja de ser moda y empieza a hablar de arte?
Juliana Páez: Creo que el arte es algo demasiado subjetivo como para ponerle un inicio o un final, por lo menos en mi entendimiento. Veo a Mármol como un proyecto que crea piezas para exponer, más no como un proyecto que hace obras de arte. Sin embargo, se puede decir que moda es la ropa y arte es la forma con la que se complementa.
Nicolás Mónico: ¿Qué papel juega la tecnología en MÁRMOL?
Juliana Páez: La tecnología es un factor que me influenció en la creación misma del proyecto. Cuando vi el documental The Next Black de AEG Global, sobre el futuro de la moda, inmediatamente supe que la tecnología era esencial para la evolución de la moda y que yo quería hacer parte de eso… me sentí demasiado atraída hacia la experimentación con el vestuario. Por ahora la implementación de la tecnología en Mármol es a través de los materiales y las técnicas usadas para la elaboración de las prendas, como la impresión 3D y el corte láser. Lo ideal es llegar a trabajar también con biotextiles, nanotecnología y mecánica, entre otros.
Nicolás Mónico: ¿Qué viene para ustedes en este año?
Juliana Páez: La prioridad para este año es exponer las piezas, dar a conocer el proyecto físicamente. También está en mis deseos hacer una serie nueva en la segunda mitad del año y en ésta desarrollarlo como negocio.
Nicolás Mónico: Hemos visto algunas colaboraciones con algunos diseñadores colombianos, ¿cuáles son algunos de sus diseñadores locales favoritos?
Juliana Páez: Mis favoritos son A New Cross, pues fueron los primeros colombianos que vi que hicieran ropa avant-garde y fueron mi único referente nacional por un tiempo. Otro de mis favoritos es Daniel Ramos Obregón con sus accesorios y Polite, aunque la estética sea totalmente diferente a la de Mármol, por su historia y sus logros es una de las marcas colombianas que más me inspiran.
Nicolás Mónico: Y en cuanto a la moda global, ¿cuáles son esas marcas y diseñadores que llegan a inspirar a Juliana Páez?
Juliana Páez: Los referentes más destacados para mí son Iris Van Herpen, Ying Gao, Maiko Takeda, Studio XO y por supuesto Alexander McQueen, Yohji Yamamoto e Issey Miyake; también quisiera resaltar la marca Biocouture.