Entender la obra de la artista Luz Lizarazo (Bogotá,1966), es abrirse a un mundo donde no solo la poética, sino también la mística, encarnan un trabajo que, por años, ha destacado con coherencia y belleza formal la esencia de la feminidad celebrando su liberación y su autonomía. Es en este sentido, desde donde podemos hablar de una trayectoria que a través de diversas exploraciones formales, se ha construido en la multidimensionalidad; pues no solo hablamos de la disposición espacial que expande la bidimensionalidad de sus dibujos, acuarelas y pinturas hacia el bordado, la escultura en vidrio, la cerámica, hasta la instalación; sino que hay componentes de lo humano como huesos o cabello que en su obra trascienden como elementos únicos y misteriosos, conjugados en una cosmogonía estética mística que nos habla de la existencia y de la conciencia en el aquí y el ahora.

Con más de treinta años revelándose sobre las hegemonías culturales y artísticas, y revelando con su “luz” (posiblemente de ahí su nombre), aquella oscuridad que no queremos ver, ha desarrollado un cuerpo de trabajo que ha sido presentado en la galería Casas Riegner con la curaduría de Paula Bossa, donde “elige mirar su realidad sin distorsiones, anteponiendo su búsqueda interior con todo lo que eso conlleva, a la exploración constante del mundo externo”.
La exposición titulada En el ojo nace la rosa, se ha dividido en tres partes correspondientes al Día, que se inscribe como el transcurso de la vida según explica la artista; la Noche, que es el descanso y la mirada hacia adentro; y el Centro, un eclipse donde luz y oscuridad se encuentran. Así, en estas expresiones se conjugan el brillo y el conocimiento, pero también los miedos y las contradicciones de los seres humanos.

Úrsula Ochoa entrevistó a la artista y esto fue lo que pudo contarle sobre su proceso de trabajo y el camino creativo que ha llevado por años con todas sus luces y sombras:

Úrsula Ochoa: Te quiero preguntar sobre tu trabajo en la actualidad, ¿qué es lo que te mueve y te inspira?

Luz Lizarazo: Estoy constantemente preguntándome sobre nuestro rol como humanos en este momento y en este lugar del universo. Comencé por el cuerpo físico y me fui yendo cada vez más adentro. Pasé por la piel y los demás órganos y ahora estoy en lugares más sutiles, menos tangibles, observando nuestras dualidades. Cómo nos movemos entre dos polaridades. He encontrado sincronicidad entre diferentes disciplinas que estudio o practico, lo que leo, lo que observo y mi trabajo de taller.

Úrsula Ochoa: La exposición En el ojo nace la rosa, es una muestra que la percibo muy mística y llena de “magia”, ¿de dónde surge el nombre y qué has querido expresar en la muestra de una forma general?

Luz Lizarazo: Estudiando los diferentes reinos para esta exposición, el mineral, animal y las plantas; leí que la Rosa es la flor de los secretos. Todo lo que se narre al lado de una Rosa debe permanecer en secreto entre los hablantes. Esa idea de secreto/ complicidad me pareció muy bella en esta exposición que busca mirar adentro nuestro y explorar nuestros diferentes estados emocionales requiere de silencio. En la exposición también hay muchos ojos como símbolo de la consciencia. Pensar entonces en una Rosa ( el silencio, la palabra, el secreto) naciendo de la consciencia me pareció una imagen poética y contundente. Observar en silencio da poder.

Úrsula Ochoa: Hay en el texto de la muestra una frase muy interesante: “La cueva oscura donde temes entrar es donde está tu tesoro.” ¿Cuál ha sido esa oscuridad (sin ser muy atrevida), que ha llevado a Luz a encontrar su tesoro?

Luz Lizarazo: Esta frase es de Joseph Campbell. Mi oscuridad han sido mis duelos. Desde la pérdida de mi segunda hija que me llevó durante años a mis profundidades más oscuras y todas las pequeñas muertes que he vivido a lo largo de mi vida. Es en esa sombra en donde he visto la luz de nuevo brillar. Una oscuridad bien vivida puede ser bastante creativa.

Úrsula Ochoa: Esta parte me encanta, pero ¿por qué te dices que eres un poco “bruja”?

Luz Lizarazo: Bruja es una palabra estigmatizada. No sabemos relacionarnos con ella. Trabajo mucho mi intuición, eso quiere decir que me escucho. Y que cuando me equivoco generalmente es porque no me escuché atentamente. También creo en los rituales, en el cambio, en el poder de las plantas, los cristales, los animales. Soy practicante de kundalini yoga, medito y cuido mi entorno. “Bruja”, es una mujer (o un hombre) que tiene cierto conocimiento y lo utiliza para transformarse. En ese sentido tengo una bruja cómodamente instalada dentro de mí que se manifiesta constantemente hacia adentro y hacia afuera.

Úrsula Ochoa: ¿Cómo ves el papel de las mujeres en el arte actualmente?

Luz Lizarazo: Me alegra mucho ver cómo empezamos a imponer nuestro rol en el arte, levantando la voz y haciendo propuesta artísticas contundentes. Aunque hemos ganado bastante terreno, falta mucho camino y a nosotras se nos exige excelencia. No es momento de detenerse ni de bajar los brazos. Persiste la desigualdad entre el arte de las mujeres y al arte de los hombres. No es suficiente con ser buenas artistas.

Úrsula Ochoa: ¿Quisieras darle un mensaje a las mujeres artistas que nos leen en este momento?

Luz Lizarazo: Mi mensaje es reclamar la libertad a la que todos tenemos derecho en nuestra expresión cotidiana y especialmente en nuestro oficio. Si no somos libres en nuestro trabajo no seremos libres en todos los otros roles que asumimos. También pienso en el rigor, rigor intelectual y rigor en el oficio. En no dejar nada a medio camino y asumir la enorme responsabilidad que tiene ser artista.

Úrsula Ochoa: Finalmente, ¿crees que el arte puede ser mágico?

Luz Lizarazo: La magia transforma, entonces el arte que transforma es magia. La magia evoca y trae a la luz lo que no vemos, entonces el arte es magia. La magia crea imágenes desconocidas, entonces el arte es magia. La magia se abre camino en la oscuridad, entonces el arte es magia. Las varitas mágicas iluminan entonces el arte es magia. La magia exalta ciertos poderes, entonces el arte es magia.

Autor: Úrsula Ochoa

En su formación como artista ha realizado estudios en Historia y Teoría del arte del siglo XVIII; Periodismo cultural y crítica de arte, al igual que análisis de la imagen a partir del pensamiento Estético en Friedrich Nietzsche y Aby Warburg. Ha trabajado como crítica de arte en la sesión Palabra y Obra del periódico El Mundo. Escribe para la Revista Internacional de arte Artishock y colabora con la sesión de cultura de El Espectador. Actualmente se desempeña como curadora de contenidos, asesora y docente y es candidata a Magíster en Estética de la Universidad Nacional de Colombia donde obtuvo la Beca de Facultad.

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