Creemos que la belleza y lo interesante se encuentra en espacios o acciones fuera de lo común. Nos aburre la cotidianidad y sentimos que no tiene ningún sentido apreciar algo que está siempre presente. Ignoramos aquel o aquello que no tenga mil ojos encima, pues al parecer, el encanto está relacionado con el exceso y la grandeza. Para algunos es imposible hacer un paralelo entre lo natural, lo simple y lo sencillo con algo increíble y hermoso. Prescindimos de personas comunes y espacios frecuentes; lo interesante siempre está más allá.
Sin embargo, lo controversial de lo común es que es rechazado y desinteresado por muchos; ahí recae su atractivo. Esto es lo que plasma la fotógrafa inglesa Martina Salvi en su editorial India portraits. Las fotografías que la componen retratan personas de la India que deslumbran por su naturalidad e inocencia. Más allá de exponer la cultura, esta fotógrafa presenta como elemento fundamental lo habitual y lo simple como un espacio donde se haya lo encantador. Esta serie de fotos encuentra la delicadeza de lo usual en personas y espacios tales como el cuarto de una niña, un posible salón de clase o un vendedor de pescados. Esta misma simpleza se destaca por el contraste de colores un tanto llamativos y desgastados y la impecabilidad de la imagen respecto a los diferentes planos que propone cada fotografía. La luz natural evidencia el concepto de cotidianidad y permite unos desenfoques exuberantes. No hay montajes, el personaje enfrenta la cámara de manera natural rodeado de su propio espacio. Una excelente forma de transmitir que en su simpleza, encanta.