Durante la última década marcas como Supreme, A bathing Ape y Uniqlo – han pasado a ser mainstream para los consumidores y con ayuda de las firmas de lujo se convirtieron en una cuestión de autenticidad al infiltrarse en la subcultura juvenil.
Las firmas underground y urbanas están arrasando en el mercado de la moda, y las marcas de lujo se han dado cuenta que el consumidor esta dispuesto a gastar más dinero por pertenecer a una subcultura y sentirse auténtico. El cliente ha cambiado y la industria de la moda se ha ido transformando a su medida, colaboraciones como Supreme y Louis Vouitton o Tommy Hilfiger y Vetements, confeccionando prendas aspiracionales y exclusivas para el consumidor son muestra de ello.
Si bien para algunos es un símbolo de progreso el paso del streetwear hacia el mainstream, para otros es una dinámica adolescente con cantidades de dinero para gastar que no entiende la herencia de las marcas. El streetwear es algo natural para los millenials, el vestirse se convierte en una forma de expresión, y las marcas de lujo necesitan esa asociación, creando ropa que sea más accesible a las masas como lo están haciendo Gucci y Balenciaga.
El poder del streetwear y las colaboraciones están cada vez más presentes, buscan combinar prendas y accesorios para el consumidor que se encuentra en una sociedad en la que ser autentico es su objetivo. No obstante, el Streetwear siempre estará dirigido a las personas que inspiran a las masas y que influyen en ellas mientras conservan el anonimato y eso es lo que las diferencia de las marcas de lujo.