La entomofagia suena como una enfermedad. Como algo que aflige al cuerpo y lo vuelve débil. Resulta que es todo lo contrario…y que se ha convertido en moda.
Comer insectos es algo a lo que no muchos se atreverían. Sin embargo, en países de África, Asia y América Latina, la entomofagia es una tradición culinaria que lleva años, y sobrevivirá por muchos más, en pequeñas y grandes comunidades locales.
En Colombia comen hormigas culonas. En Tailandia comen gusanos. En México hay chupetas de escorpión. Países que están lejanos el uno del otro, pero que comparten un amor por ingerir bichos de todo tipo. Sin escrúpulo y sin miedo, abogando por una nueva forma – sostenible y nutritiva – de calmar el hambre.
Los insectos se han convertido en tendencia, y muchos chefs los consideran un superfood. Son una fuente sostenible de proteína, que saben a cómo uno los prepare, y que a la vez ayudan a cuidar el planeta. Además, el trend lo promocionan estrellas como Angelina Jolie – que ama los grillos acompañados con cerveza – y Justin Timberlake, que sirvió hormigas y grillos en uno de sus lanzamientos.
Además de ser promovida por Hollywood, y según varios estudios, la entomofagia también podría salvar al planeta.
En este momento, los humanos estamos acabando con los recursos del mundo. El nivel del mar está subiendo, las temperaturas son cada vez más altas, hay especies que han desaparecido, y la pobreza arrasa con países a nivel global.
Sin embargo, los insectos podrían acabar con la mayoría (por no decir todos) de estos problemas, al contratacar el daño que hace la industria cárnica.
Mientras que los grandes conglomerados son los culpables de la alza en los niveles de CO2 del mundo, los insectos son una alternativa que favorece al medio ambiente, y proveen niveles de proteína casi iguales a los de un pedazo de carne o una presa de pollo.
Por ahora, la industria de insectos comestibles es demasiado pequeña para luchar de frente con Goliat – la industria de la carne – pero no planea rendirse. Falta poco para que encuentre la pierda que tumbará al gigante; o por lo menos eso esperan muchos.
Aunque estas afirmaciones han sido recibidas con escepticismo, es cierto que existe un grupo de personas dispuestas a abandonar el consumo tradicional de animales para dedicarse al de insectos. Tal y como lo hicieron nuestros antepasados. Tal y como lo harán las futuras generaciones.
De 1 a “como escorpiones al desayuno”, ¿qué tan valiente te sientes hoy?