Sería casi imposible hablar de streetstyle como lo conocemos hoy sin pronunciar el nombre de Bill Cunningham, un hombre de 86 años que ha logrado marcar un estilo fotográfico innovador. No se trata de las tendencias que alguien vio en las calles, o de jugar a ser paparazzi; se trata de encontrar un estilo definido para transmitir un mensaje: la moda como método de comunicación, lo que nos puede contar alguien sin decir una palabra. Cunningham ya no es un simple fotógrafo, es una personalidad en el mundo de la moda, es un icono dispuesto a crear y deshacer a su antojo.
Siendo el segundo de cuatro hijos, nació en 1929 en la ciudad de Boston, donde siendo aún un niño, mientras trabajaba en una bodega, recibiría el que sería su primer consejo profesional de manos de su jefa. Sentado en la calle, viendo a la gente pasar, ella le dijo: «Si no te gusta lo que llevan puesto, vuélvelos a vestir en tu imaginación». Más adelante, tras haber entrado a la universidad de Harvard, decidió ir a Nueva York para trabajar con su tío en publicidad. Fue allí donde se encontró con el mundo de la moda.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»MANIFESTO» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
«Money’s the cheapest thing. Liberty, freedom is the most expensive”. El valor que el fotógrafo da a su trabajo no puede medirse en dólares. Detesta cuando hay dinero de por medio, ya que sabe que perdería su libertad y no podría llega a trabajar de la forma en la que él quiere. Ese fue, de hecho, un problema durante la temporada que pasó trabajando para Women’s Wear Daily, en donde se propuso comparar la moda de las pasarelas con el estilo propio de las mujeres en las calles. Sin embargo, la revista terminó por hacer una mofa de estas ultimas. Al ver esto, Bill hizo honor a su ideal de libertad y renunció sin pensarlo.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»TERRITORIOS FÍSICOS» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Su capital, su hogar, su alma es Nueva York. Pedaleando su bicicleta con cámara en mano, va de norte a sur y de oriente a occidente por toda la ciudad en busca de los personajes más notorios. Sin embargo, al estar tan comprometido con el mundo de la moda, es normal verlo presente en las semanas de la moda más importantes del calendario, como Paris o Londres. Eso sí, siempre en primera fila.[/td_text_with_title]
Fiel creyente de un estilo urbano, sus fotografías demuestran porque la moda pertenece a la calle. Bill es un hombre que deja de lado los prejuicios, y más allá de poder codearse con la crema y nata neoyorquina, a él le interesa capturar la esencia de las personas en un segundo. Desde un mensajero en su bicicleta, hasta la elite de Manhattan, pasando por los drag queens de los clubes, todos tienen algo que aportar a su cámara. Lo que a él le importa es que marquen la diferencia, que no sean uno más del montón. Es fácil reconocerlo en cualquier desfile o evento gracias a una de sus muchas chaquetas azules, que se han convertido en el símbolo que lo identifica.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»OBRA» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Empezó su carrera en la moda abriendo una tienda de sombreros en una pequeña habitación de la gran manzana. Más adelante, trabajó como escritor de moda para el Chicago Tribune. Fue ahí donde empezó con el foto reportaje. Años después, y hasta el día de hoy, ha trabajado para The New York Times cazando tendencias y estando presente en importantes eventos sociales. En el 2010 el documental Bill Cunningham New York, retrató su intima relación con la capital del mundo y la forma en la que retrata los más polémicos estilos de la ciudad.[/td_text_with_title][td_text_with_title custom_title=»REFERENTES» header_text_color=»#ffffff» header_color=»#000000″ image_pos=»img_first»]
Sobra decir que su principal referente es la moda, pues aunque hace foto reportaje e inmortaliza a simples mortales, su máximo criterio a la hora de elegir a las personas que están delante de su cámara es la moda. Aunque otros como los hermanos Seebeger han hecho retratos similares, nadie ha logrado imitar el estilo urbano de Cunningham.[/td_text_with_title]