Construida sobre un terreno de eucaliptos y al lado de una laguna, la casa Guna se implanta sobre las montañas de BioBío en Chile como un volumen monolítico de concreto simétrico e imponente. Los arquitectos Mauricio Pezo y Sofia von Ellrichshausen de la firma Pezo Von Ellrichshausen diseñaron un prisma con una base de 8.5 metros por 8.5 metros que sostiene un segundo cuadrado de 20 metros por 20 metros.
La estructura de la casa fue diseñada a manera de módulos idénticos que se pudieran repetir en ambos pisos y que beneficiaran la tectónica en el terreno montañoso permitiendo el diseño de un patio central descubierto en el segundo piso y generando una vista hacia el exterior por 4 lados distintos así como la posibilidad de salir directamente de las habitaciones a un espacio al aire libre.
La entrada a la residencia se planteó como una continuación al camino que viene de la laguna, interrumpiendo lo solido del volumen con unas escaleras esquineras en forma de graderías en diferentes direcciones y tamaños, que generan una transición leve entre lo natural y lo construido. La esquina de la casa genera un primer espacio que se asemeja a un atrio en donde hay una doble altura cubierta sin cerramientos de donde se puede acceder al primer piso y también al patio del segundo piso.
Se utilizó concreto a la vista para todo el proyecto con formaletas pequeñas de madera para dar ese acabado de lineas horizontales delgadas que son visibles en todas las fachadas. En el primer nivel se encuentran las zonas sociales, la cocina, el comedor y un espacio para compartir en familia, en el segundo nivel están las habitaciones privadas, con vista al lago y al patio central, cada habitación tiene una claraboya en el centro del techo que aporta luz cenital, y contribuye a la iluminación natural de la casa en general y a la ventilación.
Los interiores de la casa van acorde a su fachada en cuanto a los colores y materiales sobrios que caracterizan todo el diseño. Prevalecen los tonos claros para las paredes, techo y pisos, oscilando entre madera, piedra y algo del concreto gris de las fachadas. La decoración y el mobiliario son elegantes pero no llaman la atención dandole más importancia a la arquitectura misma de la casa, los ventanales enmarcan vistas dignas de contemplar como las obras de arte que decoran los espacios.