Para muchos la fotografía significa recuerdos, momentos que quedarán congelados para siempre en una imagen de papel o digital, revelando los sentimientos vividos de aquel instante en el que la cámara hizo click. Para el fotógrafo Karim Estefan es eso y mucho más: es una manera de congelar el tiempo, de mantener viva la memoria gracias a la necesidad del ser humano a no permanecer en el olvido. Su forma de lograrlo no es la tradicional, ya que él es un fotógrafo de ficción, que a través de fabricaciones y realidades falsas busca mostrar aquel subconsciente e inconsciente que se esconde detrás de la mente humana.
Karim estudió en Bogotá varias disciplinas relacionadas a las Bellas Artes y aprendió la fotografía al trabajar con fotógrafos del medio que le enseñaron la minuciosidad y la técnica a la hora de retratar. Ha trabajado en publicidad, editoriales, fotografías de eventos y alimentos pero a la hora de realizar su proyecto personal, se enfoca especialmente en el autorretrato. Con esto no busca mostrar su rostro de la forma común, crea historias con elementos en donde la metáfora es una de sus principales herramientas, usando el poder de una idea abstracta para mostrar un discurso visual totalmente único que el espectador leerá de acuerdo a su propio bagaje.
“Jouska” es una de las series de su proyecto personal, en donde crea universos a partir de experiencias vividas, libros leídos y pensamientos. Estos son universos mentales que están presentes en las personas y que se esconden muy en el fondo. Karim los trae a la luz de una forma divertida con objetos rudimentarios, como sacados de maquetas muy bien construidas, siempre con un buen traje y su rostro escondido detrás de aquellos materiales que representan las galaxias que somos los seres humanos.