El ocio y la gula son considerados como comportamientos poco aceptados dentro de una sociedad donde el consumo y los excesos forman parte de la vida cotidiana.
Encontrando esta contradicción, la artista Lee Price decidió hacer una serie de pinturas hiperrealistas donde plasma la estrecha relación que existe entre la mujer y la comida, dándole a este un enfoque profundo que muestra el control en su máxima expresión.
Esta artista ha estado retratando mujeres desde hace más de veinte años, logrando contar historias de mujeres a través de la imagen. Cada una está perfectamente compuesta por planos, colores, objetos y situaciones que representan una historia íntima.
Son mujeres que vistas desde arribe se encuentran estrecha relacionadas con la comida; la gula, el ocio, el exceso, la sutileza y delicadeza a la hora de consumir alimentos construyen una historia compleja.
Los espacios seleccionados son baños y cuartos, aquellos en los que la privacidad prima, aquellos en los que se puede ser uno mismo sin ser visto y juzgado por otros. Un lugar en el que hacemos lo que no podemos hacer en otra parte, aquel en el que la paz y la soledad se sale de control.
Muchas veces hacemos a solas lo que no es socialmente aceptado, sobretodo en una sociedad en la que sigue existiendo una contradicción entre la libertad y los estereotipos.
Links de interés: Lee Price Studio
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