Leonardo da Vinci, el gran polímata que intervino tanto en el arte y la ciencia, fue un hombre que, según las palabras de Giorgio Vasari, “se dispuso a practicar todas las artes donde hubiera diseño», y eso que algunos llaman “simplicidad”, era uno de sus puntos más importantes al momento de elaborar un apunte o un boceto, pues para este genio del Renacimiento, la complejidad de las partes y la contemplación que destilaba sencillez eran la clave, pues siempre se interesaba en incluir la información más importante. En ese sentido, podemos entender que la simplificación es una de las tareas más difíciles para un diseñador: no sobrecargar la imagen, regular la paleta de colores, saber en qué posición ubicar cada elemento, cada línea y, sobre todo, entender la esencia de la función del objeto desarrollado.
Ana Relvão es una diseñadora en cuyo estudio de diseño RELVĀOKELLERMANN, fundado en Múnich en el 2014 junto con el fotógrafo Gerhardt Kellermann, trabaja en el campo del diseño industrial, diseño espacial, dirección de arte y consultoría, donde se ha interesado en crear productos eficientes, versátiles y duraderos que priorizan la construcción y el manejo del objeto sobre la decoración.
Ana estudió diseño industrial en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa, y luego de permanecer en Miguel Vieira Baptista, Stefan Diez y Designaffairs, fue socia de Industrial Design Associates, ganó la beca INOV-ART del Ministerio de Cultura de Portugal. En 2016 y 2020 fue nominada al Design Award of the City of Munich. En 2018, fue profesora invitada en la Staatliche Akademie der Bildenden Künste Stuttgart y también ha impartido clases como profesora invitada en las universidades de Leiria, Bolzano y Lisboa. Desde 2019 es jurado del iF Design Award.
Los proyectos desarrollados en su estudio, se caracterizan por presentar una elegante línea minimalista, pues están convencidos de que “el funcionamiento y manejo de cada producto debe ser lo más intuitivo posible para el usuario”.
Nos apasiona el progreso permanente y creemos que es tarea del diseñador aplicar lo que es técnicamente factible y pensar en lo que es técnicamente deseable. Creemos que el diseñador debe estar en constante e intenso contacto con la sociedad que le rodea.
Como una de las diseñadoras más destacadas, ha realizado importantes colaboraciones con Bulthaup, COR y Samsung, y sus trabajos han recibido numerosos premios. Así mismo, se les ha reconocido por sus contribuciones individuales al campo del diseño.
EXCLAMA habló con la diseñadora y le preguntó sobre su trabajo en el campo del diseño:
EXCLAMA: En primer lugar, nos gustaría saber ¿desde qué momento de tu vida empezaste a interesarte por el diseño y el diseño de producto?
ANA RELVĀO: Simplemente, entendí lo que realmente significaba el diseño mientras estudiaba en la Universidad. Como no tenía ninguna conexión con ningún diseñador, entendí mal el diseño como una mera práctica estética. Consideré cambiar mi carrera hasta que descubrí que el diseño, y específicamente el diseño de productos, es mucho más sobre resolución de problemas, pensamiento analítico, creativo e innovador, un poco como un juego de sudoku. Desde ese momento, entendí que estaba preparado para el desafío.
E: Sabemos que la creatividad es fundamental a la hora de desarrollar la idea de un diseño en particular, ¿de dónde puedes inspirarte?
A.R.: La inspiración para un diseño en particular puede venir de todas partes, en realidad, ¡incluso de un sueño! Antes de empezar a esbozar, tratamos de entender el porqué detrás de cada proyecto y la solución suele ser una asimilación de factores muy diversos. Nuestro trabajo en Relvãokellermann es muy diverso, ya que trabajamos en muchas categorías de productos y algo muy interesante que sucede es la polinización cruzada de ideas entre diferentes áreas de diseño de productos.
E: Tienen una línea de trabajo impecable y formalmente “minimalista”; sin embargo, podemos apreciar la esencia de cada objeto en el diseño realizado, ¿cómo es posible mantener el equilibrio entre esa forma y la función?
A.R.: De hecho, no buscamos específicamente el minimalismo, pero buscamos la claridad en cada producto que diseñamos. Cada detalle, cada elemento es para nosotros una señal que debe comunicarse con el usuario, por lo que siempre tenemos mucho cuidado en utilizar solo las señales fundamentales en lugar de sobrecargar al usuario con información engañosa.
E: ¿Hay algún proyecto que haya significado un verdadero reto para ti a desarrollar?
A.R.: Ha habido muchos, ya que tanto Gerhardt como yo tenemos una tendencia a tomar sesiones informativas desafiantes, puesto que esas son las que normalmente nos traen más alegría. Pero uno de los más complejos ha sido el sistema de cocina J*GAST, que desarrollamos junto con Jan Heinzelmann de la oficina de diseño de OHA y Sven Petzold y Tobias Petri de Holzrausch, ya que redefine la cocina tradicional. El desarrollo en sí tomó alrededor de 7 años, pues nuestro objetivo era crear un sistema de alta gama que combinara la precisión de la producción industrial con la artesanía detallada. Desarrollamos una estructura de marco patentada que reemplaza los aglomerados estándar con madera maciza o chapa, lo que nos permite abandonar el diseño de cocina convencional basado en carcasas. Esto condujo a un enfoque de diseño más flexible e individualista.
Este enfoque innovador y el compromiso con la calidad y la sostenibilidad hicieron del desarrollo del sistema de cocinas J*GAST un desafío único.
E: Para Ana, ¿cuál es o cuál debería ser el propósito del diseño en el mundo?
A.R.: El propósito del diseño debe ser mejorar la vida humana, resolver problemas y promover la sostenibilidad. Se trata de empatizar con los usuarios, innovar soluciones prácticas y crear productos que no solo sean efectivos sino también ecológicos.