Con el desarrollo y la fusión de nuevas tecnologías como el live performance, el mapping, la proyección 3D y la animación, los artistas que trabajan en torno a los nuevos medios tienen la posibilidad de concebir piezas que trascienden su carácter artístico, se convierten en elementos que transforman espacios específicos y, a su vez, crean experiencias digitales en las que el público tiene la posibilidad de sumergirse. La imagen en movimiento y las prácticas artísticas que derivan de ella, aunque nacidas en la década de los sesenta a partir del videoarte, siguen atrayendo al público y reinventándose gracias a la evolución de numerosas herramientas digitales. Debido a esto, el arte que gira en torno a los nuevos medios se ha convertido en un arte interdisciplinario, ya no son sólo los artistas los que se valen de visuales para abordar una serie de temas concretos, sino también los músicos, que, al incorporar imágenes en sus shows con el objetivo de atraer más espectadores, logran darles un tinte distinto e interactivo.
EXCLAMA se dio a la tarea de seleccionar cuatro experiencias visuales impactantes, en principio por su relación impecable entre imagen, sonido y movimiento, y en segunda instancia por la complejidad de las tecnologías detrás de su realización. La selección no guarda distinciones entre piezas concebidas bajo la premisa del arte por el arte o comisionadas con un fin comercial. Lo que realmente importa es que estos cuatro proyectos le permiten a sus distintos públicos sumergirse en ellas, y por un breve momento, volverse indiferentes ante el límite que divide la realidad del mundo digital; cada vez más arraigado en nuestra sociedad contemporánea.
WOODEN TOY
LEVIATHAN fue una de las compañías de diseño conceptual encargadas de trabajar en el contenido narrativo Wooden Toy, visuales que complementaron las presentaciones que el músico Amon Tobin realizó en su tour ISAM 2,0 en el 2012. Para este proyecto, se aliaron con las empresas V Squared Maps y Red Moon, con el objetivo de conformar un equipo interdisciplinario que les permitiera diseñar y construir un mundo digital a la altura de la música electrónica de Tobin. Wooden Toy es una experiencia cambiante, un recorrido con distintos picos que le permite al público pasar de un modo de introspección a un estado de euforia a medida que el show evoluciona. Sin duda, las visuales complementan la música porque le otorgan forma y permiten que el espectador construya una historia y se relacione con ella mientras baila al ritmo que el artista impone.
El escenario de Wooden Toy se compone de una serie de cubos y rectángulos tridimensionales, que, en su interior están llenos de muñecos, máquinas y fragmentos de objetos movibles. La estructura está pensada de tal modo que existan distintos niveles de profundidad, por lo cual se ve como si se tratase de escaleras de figuras irregulares que se bifurcan entre ellas y crean una nueva forma geométrica más compleja. Después de construir la estructura, el equipo realizó una serie de grabaciones en las que el movimiento de los objetos dentro de las figuras fue captado para posteriormente hacer un layout que a través del mapping cobró vida en el escenario mientras Tobin, vestido de astronauta, hacía magia con la música.
La complejidad detrás de la dirección artística y la realización de este proyecto hace que sea fascinante ver el show una y otra vez. El mapping animado sobre las figuras va cambiando según el ritmo de Tobin, de manera que el fondo geométrico cobra vida, se ilumina o desaparece ante el ojo del espectador. Los cubos y rectángulos se convierten en juguetes de plástico para niños, cajas de madera, estructuras mecánicas, tuberías, se difuminan como luces hechas polvo o toman los beats como un punto de referencia para moverse, minimizarse o maximizar su tamaño. Por otra parte, los colores oscilan desde matices brillantes hasta blancos y plateados que dejan cegado al público por un momento, y el lenguaje aparece en forma de avisos de neón. Sin duda, Wooden Toy es uno de los proyectos visuales más impresionantes que un músico ha presentado como complemento de su show; lo que es significativo, teniendo en cuenta que este mecanismo de imagen-sonido-movimiento se ha vuelto muy común debido al boom que el EDM como género ha tenido en estos últimos años.
Links de interés: LEVIATHAN
DIGITAL ARABESQUES
Miguel Chevalier es un artista francés que desde 1978 se ha enfocado exclusivamente en explorar el mundo de la tecnología como un medio de expresión. Debido al carácter experimental y multidisciplinario de su obra, éste ha pasado de ser uno de los pioneros del arte digital y los nuevos medios a constituirse como uno de los artistas más importantes de la escena contemporánea actual. Su más reciente producción, Digital Arabesques, convierte un elemento presente en el arte del Oriente Medio: los arabescos, en una experiencia visual y sinestésica, en donde el espectador no sólo ve figuras geométricas y orgánicas en movimiento sino también las activa a medida que camina por el espacio.
Chevalier se vale del mapping para darle vida a estas formas, cuyas composiciones cambian de acuerdo al recorrido del público. Sus diseños hacen alusión al arte y la arquitectura islámica, especialmente a la técnica del zellige; mosaico ornamental compuesto de teselas, y a la cualidad artesanal de las Mashrabiyas; ventanas de casas y palacios con complejos e intrincados diseños. La proyección sobre los suelos y los techos de espacios de ciudades marroquíes como Fes, Agadir, Tétouan y próximamente Essaouira, que ya poseen algunas de estas decoraciones islámicas por la naturaleza de su construcción, logra que los elementos arquitectónicos y artísticos que las caracterizan tomen vida de acuerdo con el movimiento del público que los habita durante la muestra.
Los arabescos creados digitalmente se conjugan con las estructuras delicadas de los patios, las formas geométricas de las fuentes y los arcos, al mismo tiempo que su movimiento evoca la presencia del agua; tan importante para la religión musulmana. La gama de colores brillantes exalta espacios que son en su mayoría blancos, y, que iluminados con tonos brillantes se tornan en lugares de ensoñación; emulando así las historias mágicas sobre Oriente Medio, sus alfombras y textiles. Si bien la experiencia está pensada para ser participativa, hay quiénes pueden observar desde los balcones de los patios como los espectadores activos caminan a través de las proyecciones y generan un movimiento lento. La complejidad del proyecto no sólo reside en lograr exitosamente que las formas mappeadas realmente hagan alusión a la arquitectura y al arte islámico, sino también en la construcción y sincronización de los sensores de luz infrarroja que se activan una vez las personas pisan el área de mapping. Con Digital Arabesques, el artista Miguel Chevalier logra unir el arte con la matemática al construir diseños digitales a partir de algoritmos, que, finalmente, son una semblanza de una producción artística presente en la cultura islámica desde siglos atrás.
Links de interés: Miguel Chevalier
PRAGUE ASTRONOMICAL CLOCK
Además de ser el reloj medieval más conocido del mundo, el reloj astronómico de Praga es el elemento más emblemático e importante de esta bella ciudad. Todo aquél que visite Praga tiene dentro de su itinerario pasarse por la Ciudad Vieja y ver, sobre la fachada sur del ayuntamiento, el mágico reloj compuesto por una serie de medallones dorados, un anillo zodiacal, manecillas, inscripciones y figuras animadas que sin duda lo convierten en una atracción turística muy popular. Para la conmemoración de su aniversario número 600, la compañía de diseño conceptual The Macula realizó una proyección de mapping con una serie de animaciones, que, por unas horas, celebraron las tres funciones del reloj; indicar las posiciones del sol y la luna en el cielo, mostrar las figuras de los doce apóstoles cuando marca las horas y representar los meses del año en su calendario circular. Pese a que estas referencias no se hacen de manera literal, los videos dan cuenta de su carácter astronómico y sobretodo, de su paso por el tiempo.
La animación del reloj comienza con una alusión a su construcción, del negro y la nada surgen unas luces que van delimitando el contorno de su estructura vertical y sus anillos, para después iluminarlo por completo. La torre, espacio que lo contiene, se construye a partir de una serie de ladrillos que van subiendo desde el suelo hasta lo más alto, uno tras otro en un ejercicio desordenado. Cuando todo se calma el público tiene la posibilidad de ver el reloj, ese que ha estado allí por 600 años y que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. El equipo de The Macula evidencia la magia del objeto por medio de la relación entre éste y las distintas imágenes que proyectan en el momento del mapping. El universo, los astros, la guerra, la lluvia, las enredaderas típicas de la imaginería medieval e incluso algunos diseños más contemporáneos como las cuadrículas, sólo le dan más fuerza al reloj como objeto presente, como un sinónimo de la antigüedad de la ciudad y de su presencia contemporánea. El reloj ha visto todo eso durante el tiempo que ha estado adornando el ayuntamiento, ha visto cambiar épocas, políticas, sociedades, culturas, economías; y ahora lo contiene.
Este proyecto además de llamar la atención porque celebra la historia de uno de los objetos más conocidos de Praga, resulta impactante porque pese a la cantidad de animaciones que se proyectan sobre el reloj, este no se ve opacado sino que, por el contrario, se refuerza su presencia. En este caso, The Macula demuestra que la conjunción clásica entre visuales y sonido, sin tecnologías complejas, da como resultado un producto que más que innovar, renueva la imagen de un símbolo nacional, al mismo tiempo que le otorga al público una experiencia que así como es fácil de contemplar, también permite generar recuerdos.
Links de interés: The Macula
HAKANAÏ
El pasado 17 de marzo, la compañía Adrien M / Claire B realizó el debut del performance digital Hakanaï en el teatro BAM Fishman. El proyecto llevado a cabo en el interior de un cubo construido a partir de velos translucidos, es una instalación performática en la que se combinan proyección de video en 3d, mapping y sensores que responden al movimiento y la proximidad de aquél que está bailando. Uno de los elementos más fascinantes de esta experiencia visual es que las imágenes y los sonidos son generados en el momento específico de la presentación, lo cual le ofrece a los espectadores una experiencia única e irrepetible y a los performers una posibilidad de cambio cada vez que lo vuelven a hacer en un espacio distinto.
A medida que los artistas se mueven la animación cambia, lo cual resulta una sorpresa tanto para ellos como para el público. Pese a que el performance se ejecuta con base en una coreografía, la expectativa de cambio de la imagen y el sonido le da libertad a aquél que danza para controlar la fuerza y la rapidez de sus movimientos, pues no saber qué va a pasar después lo desliga del resultado final y lo deja concentrarse únicamente en su cuerpo. Esto se convierte en una experiencia introspectiva para el artista, y en una impactante visual para el público, que también espera no perderse un sólo detalle del desarrollo del performance.
Para la realización digital del proyecto, este dúo artístico creó un software llamado e-Motion, que puede descargarse directamente de su página web, y cuya función es generar una correspondencia entre los objetos virtuales y los datos reales. Una vez se establece esta relación, se utilizan sensores para manipular las imágenes mientras los performers bailan; de esta manera, al mezclar la tecnología con el sentir real del artista se genera un producto más humano y menos estructurado.
Hakanaï es una palabra que deriva del japonés antiguo y denota lo efímero, lo transitorio, y todo aquello que no puede ser captado en un momento. Dicho esto, no es una sorpresa que el proyecto fuera nombrado de esta manera, pues no hay mejor forma de describir lo que la compañía Adrien M / Claire B logra con este performance. Por un momento, tanto el espectador como los artistas participantes se enfrentan a una serie de movimientos, imágenes y sonidos que surgen a partir de la interacción del ser humano con su entorno, que, en este caso, es digital. Ni los gestos del artista se pierden en las visuales, ni las imágenes se ven opacadas por el movimiento de las persona a través del espacio. En este breve momento, el arte se une con las matemáticas, y el ser se une con la naturaleza, referenciada por medio de formas orgánicas que toman vida en las animaciones.
De los cuatro proyectos, este es el que fusiona una mayor cantidad de medios y herramientas digitales. Vale la pena seguir el trabajo de este dúo francés, cuyo interés se enfoca en borrar los límites entre arte y tecnología, como bien se evidencia en Hakanaï.!
Links de interés: Adrien M / Claire B