Un teatro con capacidad para 256 personas, laboratorios de educación y creación, salas de exposición, oficinas, salón de eventos, locales comerciales, café y terrazas es lo que contendrá el nuevo edificio del Museo de Arte Moderno de Medellín, una ampliación que se tenía contemplada como necesaria desde que en 2009 el gobierno de la ciudad decidiera cambiar al museo de su antigua sede en el barrio Carlos A. Restrepo, al edificio Talleres Robledo en Ciudad del Río.
La ampliación, que contará con un área total de construcción de 7.220 metros cuadrados, será inaugurada el próximo 2 de septiembre y está muy a tono con el resto del museo: un edificio contemporáneo que promueve el dialogo con el entorno, y que no intenta competir con la estructura ya existente de los Talleres Robledo, sino que pretende darle un lugar a la cultura y el arte.
Del diseño del edificio son responsables los arquitectos peruanos de la firma Arquitectos 51-1, ganadores del concurso para el cual las directivas de la entidad cultural convocaron a 15 arquitectos de países como Chile, España, Argentina, México, Brasil y Holanda. La propuesta es una superposición de volúmenes ubicados de forma tal que se generen espacios internos y externos que permiten el acceso al edificio y su permeabilidad desde afuera. El diseño de la expansión está inspirado en la arquitectura de los barrios populares que logró cautivar a los peruanos durante su visita a Medellín; esa a través de la cual se arma una casa tirando planchón sobre planchón, y comunicandolos luego por medio de una escalera interna.
Algunas de las características del nuevo edificio son los parqueaderos subterráneos, ubicados debajo del nuevo edificio y la plazoleta central, la ampliación de la bodega, que le permite al museo tener un mejor espacio para las obras y el montaje, tres aulas múltiples modulares ubicadas sobre las oficinas, salas más grandes que darán espacio a la colección propia que se exhibirá en el nuevo edificio, una terraza para esculturas y el auditorio, que permite ver espectáculos desde fuera, gracias a que la pared externa se convierte en objeto de proyección o se sube para ampliar el aforo: es posible estar en la plazoleta central y mirar al escenario.
La ampliación del museo es un esfuerzo en conjunto entre los recursos de la Alcaldía de Medellín, la Fundación Sofía Pérez de Soto, Bancolombia, Sura, la Fundación Fraternidad Medellín, fundaciones privadas, Conconcreto, Argos y el Ministerio de Cultura.