En 1957 el MAMBO nació como una necesidad natural de un espacio expositivo y de preservación para la obra de una generación de artistas modernos emergentes que lo requerían, así como un público y todo un gremio que empezó a tener visibilidad y fuerza no sólo internacional sino localmente. La crítica de arte argentina Marta Traba apoyada por un grupo de arquitectos colombianos, asumió la dirección del museo en 1962 con el objetivo de preservar el patrimonio artístico que se generaba intensamente en esta época especifica con artistas como Ramirez Villamizar, Alejandro Obregón, Edgar Negret y Enrique Grau entre otros, que regresan del exterior a Colombia con una carrera establecida.
La primera sede del museo fue un local comercial en la calle 23 con carrera séptima. Tres años después el se transladó a la Universidad Nacional y luego al Centro Internacional dónde comenzó la gestión de Gloria Zea. Antes de tener su propio edifico en 1985 estuvo unos años en el planetario de Bogotá.
La gerencia de Gloria Zea significó para el MAMBO su establecimiento como una institución que no tuvo nada que envidiarle a otros museos del mundo, al principio de su gestión Zea logró recaudar los fondos suficientes para construir un edificio de mas de 3.000 metros cuadrados diseñado por Rogelio Salmona. En la época dorada del museo la gestión de su directora permitió tener exposiciones emblemáticas de grandes maestros como Auguste Rodin, Alberto Giacometti, Paul Klee, Joan Miró, Francis Bacon y Diego Rivera entre otros.
Años después el MAMBO se vio en una crisis de presupuesto y acudió a métodos poco convencionales para sacarlo adelante, entre estas el arrendamiento de sus salas para eventos y la famosa exposición de las Barbies. El discurso de los 80 del MAMBO como lugar de peregrinación para encontrar la alta cultura fue reemplazado por nuevas prácticas y lugares en donde los programas de exposiciones satisficieron a un nuevo público y proyectaron a Bogotá como una ciudad de interés en arte.
A principios del 2016 se oficializó que después de 47 años Zea dejaba la dirección del MAMBO para ser reemplazada por su sucesora Claudia Hakim, una noticia que desde el principio prometió muchos cambios y actualizaciones positivas para el museo por su experiencia con el espacio de arte contemporáneo NC-Arte, su carrera como diseñadora textil, escultora y profesora.
El pasado 26 de febrero el MAMBO se presentó al público con la inauguración de la sala Marta Traba y las exposiciones de Olga de Amaral, Jim Amaral y Ricardo Cárdenas que mostraron una visión diferente del museo, enfocada en hacer el arte y el aprendizaje más asequible. La primera muestra del año titulada De la línea al espacio, parte del concepto de la línea como medio esencial de la creación, y presenta diferentes formas en las que estos artistas adaptan el espacio para transmitir sus inquietudes acerca de la vida, el mundo y el arte, los tres presentaron obras dinámicas que invitan al público a interactuar con ellas y acercarse de una manera sensorial e intuitiva.
La nueva entrada del museo es por uno de sus costados, lo que permite a los espectadores entrar por dos caminos diferentes desde la ciudad, el primero por la tradicional cra 24, que en esta ocasión fue intervenida por un dibujo en tres dimensiones de Ricardo Cárdenas y el segundo que se conecta con el parque Bicentenario, una intervención urbana del arquitecto Giancarlo Mazzanti que unirá el parque de la Independencia con el centro de la ciudad. La intervención de Mazzanti representa para el museo un nuevo espacio de congregación en lo que era su antigua fachada trasera, donde se pueden proyectar obras, películas, realizar charlas al aire libre todo con vista a las torres del parque.
Sin rejas y con nueva iluminación, el nuevo hall de entrada llenó de luz todo el espacio y da la sensación de entrar a un nuevo museo. Allí se encuentra fácilmente la información, la biblioteca, el café (Crepes y Waffles artesano) y la tienda. Seguir el curso de las exposiciones y la ubicación de las salas es más fácil con la nueva señalética, y las pantallas informativas.
La primera exposición del año augura que el museo volverá a ser motivo de orgullo y apropiación de la ciudad y que recuperará los artistas y el público que por años fue apático a su programación.
¿Dónde?
Museo de Arte Moderno, Calle 24 #6 – 00
¿Hasta cuándo?
27 de abril de 2017