El Museo de Arte Contemporáneo de Roma, MACRO, ubicado en la Piazza Orazio Giustiniani, es actualmente, una de las instituciones culturales mas importantes de Italia. Su ampliación fue llevada a cabo por el estudio de la arquitecta francesa Odile Decq, quienes recibieron el encargo después de una convocatoria internacional realizada por el Ayuntamiento de Roma.
El nuevo MACRO, que antes solía ser una antigua fábrica de cerveza Peroni, ahora se destaca por ofrecer una experiencia espacial que trasciende el carácter visual del recorrido museográfico. Compuesta por un sistema de senderos, rutas, balcones enrejados y estructuras cúbicas, la obra tiene la posibilidad de ser admirada desde distintos puntos de vista, lo que sin duda, representa un ejercicio de indagación y descubrimiento para el visitante.
Este laberinto de colores rojo y negro, conduce al espectador a través de las distintas áreas privadas y públicas del museo, hasta el restaurante en el techo, donde además de apreciar el jardín, puede observar la grandeza de la ciudad. Si bien la estructura del MACRO es contemporánea, el contraste entre sus ángulos frescos y el caracter clásico de su entorno arquitectónico no genera, de ninguna manera, una ruptura en el paisaje urbano. Por el contrario, la naturaleza abierta de su espacio, al igual que de la luz que lo ilumina, invita a entrar y recorrer cada uno de los rincones del edificio.
La incorporación de formas modernas y la adición de áreas públicas como la gran terraza con una espectacular vista a Roma, hacen del MACRO un proyecto de arquitectura para el arte. Su espacio alberga una gran colección de obras contemporáneas de talla nacional e internacional, además de distintos ambientes que ofrecen servicios educativos y talleres didácticos, lo que ciertamente, permite la promoción de intercambios culturales y apoya la difusión de las artes a nivel local.
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