La asociación inmediata a una trufa es un pequeño pedazo de suave y fino chocolate, hecho a la medida perfecta para ser comido en un solo bocado. Además, da la impresión de ser hecho con el cuidado de la tradición culinaria, y no de provenir de una monstruosa máquina industrial.
Esta Trufa, ubicada en la costa norte de España, no dista mucho del postre que recibe el mismo nombre: tiene una forma indefinible en términos geométricos, es única e irrepetible, es deliciosa, su producción no comprende métodos industriales estandarizados, y es también hecha a la medida de una persona (o un par de personas, como máximo).
Este pequeño paraíso fue desarrollado por ENSAMBLE Studio, de España, bajo la autoría del arquitecto Antón García-Abril. Es un espacio contemplativo de 25 m2 en el que solo existe el yo y la amplia naturaleza que lo abraca.
El proceso de construcción, a grandes rasgos, fue crear una roca y luego extraer su contenido, dejando sólo su coraza para determinar la fachada y la superficie de la estructura. Nada explica mejor que este video la forma en que los arquitectos resolvieron la construcción:
Los mordiscos de Paulina (la becerrita que después de comerse la Trufa se volvió vaca), los patrones del heno, y la fluidez del concreto cuando aún estaba líquido, dejaron su huella en esta estructura de adobe.
Texturas y líneas arquitectónicas que se alejan del positivismo, se abrazan para reproducir a su manera un diseño de uno de los padres del modernismo arquitectónico: el ‘cabanon’ de LeCorbusier.
Adaptación del modelo de LeCorbusier a Trufa
Esta pequeña casa (o tal vez mejor, refugio) hecha de heno y concreto comprende la utopía del Loft, nacida y personificada en la Factory de Andy Warhol. La idea de Loft acá nada tiene que ver con la implementación de una estética “moderna” sino más bien con la apertura de los espacios: invitar al rompimiento de las jerarquías, a la interacción entre distintos espacios, e incluso si se quiere, al exhibicionismo fueron ideas que le dieron nacimiento a mediados del siglo pasado a esta nueva propuesta de vivienda. En el caso de Trufa, áreas tradicionalmente consideradas como ‘privadas’ como el inodoro, la ducha o la cama se encuentran al descubierto.
Trufa es un lugar diseñado para una persona, en el que se elevan todas las partes de su cuerpo y sus funciones al mismo nivel. En la naturaleza, la cabeza es tan indispensable como el intestino; es la conciencia del ser humano la que le da a unas partes de su propio cuerpo relevancia, y se avergüenza de otras escondiéndolas.
Trufa no esconde nada. Es un espacio natural tanto en su método de construcción, en sus materiales y en su forma, como en su comprensión de la realidad del cuerpo humano en la que cada órgano recibe alto nivel de importancia. Es la cáscara que le da compostura a un cuerpo cuyo crecimiento y formación vino de procesos biológicos.
Imágenes cortesía de: ENSAMBLE Studio
Autor del proyecto: Antón García- Abril
Colaboradores: ENSAMBLE STUDIO/Ricardo Sanz/Javier Cuesta
Promotor: Materia Orgánica