El próximo 23 de junio se inaugura la galería de arte Centro Botín en la ciudad de Santander, España, un edificio para la cultura diseñado por el arquitecto Renzo Piano. Santander fue sacudida por un vasto incendio en 1941 que acabó con la zona más antigua de la ciudad dejándola fuera del mapa turístico de muchos. El nuevo centro fue pensado como un punto de referencia que reavivará la ciudad generando un punto de encuentro para potenciar esta zona privilegiada que, a través de una intervención urbana más amplia, conseguirá integrar el centro de la ciudad con los Jardines de Pereda y con su bahía.
Después de varios años en los que hubo polémica sobre si se debería construir o no la edificación, por la posible contaminación de la bahía y por sus dimensiones que podrían afectar las vistas al mar desde muchos puntos, hoy se posiciona como parte del perfil costero de la ciudad y los locales empiezan a sentirse orgullosos nuevamente de Santander. La luz y la levedad han sido puntos definitivos en el diseño del proyecto situado sobre el mar, el volumen no toca la tierra, está suspendido sobre columnas a la altura de los árboles de los Jardines de Pereda, esta elevación posibilita las vistas a la bahía y una integración completa con su entorno.
La galería proyectada por el ganador del Pritzker de arquitectura en 1998, hace parte un desarrollo urbano mayor planeado para los jardines de Pereda, en el que se pretende mejorar la economía y el turismo de la ciudad, a través de la construcción de un túnel de 219 metros de largo y a la remodelación y ampliación de los Jardines de Pereda que han triplicado sus zonas verdes prolongándose hasta el mar. El Centro Botín fue diseñado en colaboración con el paisajista Fernando Caruncho quien se encargo de que el paisaje histórico no se viera afectado con el volumen y que su forma fuera lo suficientemente orgánica para mezclarse con la historia y la geografía de la ciudad.
Los 10285 metros cuadrados del proyecto cuadrados se dividen dos espacios en forma de D que se unen por un corredor elevado que pasa sobre el mar. En el interior del edificio hay 2,500 metros cuadrados destinados a ser un de espacio de exhibición, un auditorio con capacidad para 300 personas, salones de clases, espacios de trabajo, restaurante, tienda y una cubierta habitable que funciona como mirador.
Las fachadas de los bloques están recubiertas por más de 200,000 platos cerámicos que reflejan los colores del mar y del cielo mimetizando el edificio entre la bahía a pesar de su estilo industrial con las escaleras metálicas y los platos en tonos grises.
El Centro Botín abrirá al público con tres muestras, una selección de dibujos de Goya, obras de la colección permanente de la Fundación Botín y piezas del artista Belga Carsten Holler.