Por Valentina Sequeda
Después de lanzar Modern Guilt en 2008, Beck se tomó un descanso de seis años. Ahora vuelve a la escena musical con su doceavo disco titulado Morning Phase. Este multinstrumental, cantante, autor y productor estadounidense se dio a conocer en los años 90 gracias a su capacidad de fusionar sonidos experimentales que van desde el folk, pasando por el funk, pop, hip hop, country y rock; complementando estos sonidos con letras profundas e icónicas que identifican a este músico como único. Varios de sus discos han estado entre los mejores de sus años de lanzamiento, como Odelay del año 1996 y Sea Change del 2002 que ocuparon puestos entre la lista de los mejores discos de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.
Morning Phase fue lanzado el 21 de Febrero de este año, cuenta con 13 canciones y hasta el momento ha tenido buena acogida entre el público y la crítica. Muchos dicen que es una secuela de su disco del 2002, Sea Change, pues sigue una línea dentro de la temática, la instrumentalización y las letras. Incluso varios de los músicos que acompañaron a Beck en la creación de Sea Change estuvieron presentes en la grabación de este nuevo trabajo. Este álbum cuenta con una instrumentalización más profunda y canciones melancólicas que se destacan por sus sonidos acústicos y orgánicos que dan espacio al eco, al tiempo y a la voz.
Pareciera existir una conexión durante todo el disco, pues sigue una línea tanto musical como vocal y lírica que hace de este un álbum un espacio lleno de complejidad en el mejor sentido de la palabra. Canciones como «Morning», «Turn Away» y «Blue Moon» se caracterizan por un sonido acústico y voces relajantes, pasando por «Wave», una de las más impactantes y profundas gracias a sus sonidos orquestales y letra distante.
Beck ha tenido la capacidad de apropiarse de sonidos distintos, incorporando todo tipo de elementos que lo caracterizan y dan diversidad a su discografía. Esto se ve claramente en canciones inolvidables como «Loser» del año 1993 reconocida por sus elementos de country, folk y hip hop y «Lost Cause» que recorre un camino más acústico.
Morning Phase es un disco melancólico que logra causar un efecto inevitable. Es un trabajo que debe ser escuchado con detenimiento para lograr apreciar cada uno de sus detalles.