El río Amazonas es uno de los más largos, y el más caudaloso del mundo. Pasa por Colombia, Perú y Brasil, uniendo tres países, tres fronteras. Alrededor de este encontramos la selva amazónica, llena de grandes árboles, flora y fauna. Pero además es uno de los pocos lugares en Colombia donde se encuentra población indígena viviendo aún su propia cultura y sus propias costumbres. Por esto, se ha vuelto uno de los lugares más exóticos del mundo, la variedad étnica y natural lo ha convertido en un gran atractivo para muchas personas y no por nada lo llaman el pulmón de la Tierra.
Orlando Duque nació en la ciudad de la salsa, de las mujeres que son como las flores y están llenas de alegría, donde un festival paraliza la ciudad, y el entusiasmo de las calles, ocupan cada rincón del lugar. Desde muy pequeño empezó a practicar el cliff diving, y tuvo que competir en Europa porque en el país no encontró apoyo. A sus 39 años ya tiene dos records Guinness y en el 2013 se convirtió en el primer campeón mundial de salto, celebrado en Barcelona, España.
Para Duque el viaje al Amazonas fue mucho más que un salto; estuvo inmerso en la cultura y en la naturaleza de este lugar. El estar en contacto con algunas de las comunidades indígenas del Amazonas, le dio una nueva perspectiva de las tradiciones, costumbres y la sabiduría de estos legendarios pueblos. Los Palmari y otras tribus del lugar ayudaron a Duque en su búsqueda por el conocimiento, y los dos mundos se encontraron para compartir de cada cultura. Orlando saltó de un árbol de caucho, muy comunes de la zona, de aproximadamente 38 metros de alto y más de 100 años. Para el colombiano el trabajo físico fue arduo y aprendió no solo a escalar los árboles amazónicos, sino que compartió sus conocimientos con los indígenas de las técnicas de salto que ha practicado a lo largo de su vida. Los momentos que vivió Orlando Duque serán llevados a un documental de aproximadamente 25 minutos, dirigido por el austriaco Thomas Miklautch.