Central Saint Martins ha sido la gran incubadora de la moda, de donde han salido varios de los diseñadores más importantes de este último siglo como Alexander McQueen, John Galliano y Stella McCarteney. Como es costumbre, esta escuela de diseño inglesa realiza cada año una pasarela mostrando los proyectos de sus graduados, dándolos a conocer al mundo ante la mirada de compradores y editores de grandes publicaciones. Este año los asistentes quedaron impactados con el diseñador Fredrik Tjærandsen, la mente maestra detrás de los vestidos de globo que, gracias a varias publicaciones, se viralizaron en redes sociales.
Procedente de Bodø, una pequeña ciudad en el norte de Noruega, Tjærandsen se mudó a Londres con el sueño de graduarse de CSM. La idea para la colección le llegó al poco tiempo de empezar sus estudios, encontrando inspiración en su infancia y empezando a visualizar las burbujas como un recuerdo borroso o un sueño que no se puede recordar.
Todo el proceso de creación fue de auto-experimentación, en donde el diseñador probaba las burbujas el mismo por motivos de salud y seguridad. Cada burbuja fue fabricada con caucho natural de Sri Lanka, en colaboración con una compañía de agricultores locales. Tjærandsen llevó este material al límite, jugando con aspectos como el estiramiento y el envolvimiento para poder así llevar a cabo la visión que tenía en mente.
Para el desfile, se contrataron modelos que no sufrieran de claustrofobia y se les enseñó como desinflar los vestidos para que todo saliera a la perfección. Cada una de las burbujas contaba con 2000 a 3000 litros de oxígeno para que los modelos no sufrieran ninguna descompensación en medio de la pasarela, dado que esta cantidad de oxígeno les podía durar hasta tres horas.
Su presentación causó tanto revuelo que sus seguidores en redes sociales han crecido exponencialmente y varios artistas, celebridades y editores han compartido sus vídeos de los vestidos desinflándose (con la banda sonora de Mica Levi para Under the Skin de fondo) dando a conocer su increíble talento con el resto del mundo.