Fotos por: Jesús Madriñán & 2 Shooters Photography
La incorporación de otros campos al negocio de la moda es cada vez más evidente. Este no es un fenómeno del mundo reciente; pues desde tiempos inmemoriales, campos como la tecnología, la biología y el arte se han incorporado a la fabricación de prendas para hacer de éstas algo más interesantes. En el mundo moderno, el gran desarrollo tecnológico ha permitido que grandes diseñadores, como Margiela, apliquen algo de la investigación biológica a la ingeniería de tejidos.
Como un proyecto de investigación de la universidad Central Saint Martins College, Amy Congdon ha encontrado un método poco usual para la generación de nuevos materiales; y por ende, nuevos accesorios. Atelier Biológico, es el nombre que recibe esta serie de proyectos de diseño especulativo el cuál explora el posible significado a futuro de la ingeniería de tejidos. Este gran paso tecnologico busca investigar lo que estos materiales y herramientas puedan representar en el diseño; desde la re-apropiación de habilidades textiles como el bordado, hasta las nuevas tecnologías que puedan facilitar la producción.
Imagínese el mundo en el año 2080, una época en donde la línea que divide al diseñador del artesano y del científico es bastante borrosa. Este es precisamente el mundo que imagina Amy Congdon para su proyecto, uno donde los materiales no son hechos sino cultivados a partir del crecimiento celular. Atelier Biológico es una mirada hacia el futuro en la que a través de prototipos de diseño se visualizan piezas de materiales híbridos, los cuales serán desarrollados más adelante.
En el desarrollo de los proyectos del Atelier Biológico, Congdon quiso ver lo que es posible hoy; como resultado su más reciente investigación ha sido ejecutada en un laboratorio de ingeniería de tejidos en el Kings College de Londres. En la actualidad se encuentra colaborando con un profesor de ingeniería de tejido del Kings College, buscando experimentar con el cultivo de dos materiales diferentes en el mismo andamio con el fin de crear híbridos únicos. La meta final es que estos futuros materiales y sus métodos de producción tengan implicaciones en disciplinas como la moda, la medicina, y el diseño de producto. EXCLAMA habló con Amy Congdon sobre la repercusión que podría tener este tipo de proyectos en un futuro:
EXCLAMA: ¿Qué tipo de beneficios ambientales y biológicos ofrece el proyecto a la Tierra?
Amy Congdon: Hay un gran argumento para la exploración profunda acerca del potencial de usar materiales vivos para crear nuestros propios productos en el futuro: con mi trabajo, la aspiración es la de cultivar productos animales sin la necesidad de matar a los mismos. Por ejemplo, imagine el poder cultivar marfil ético. Ya algunos como Andras Forgacs han hablado de temas como el cultivar materiales como el cuero (Vea la charla aquí). Los organismos vivos también son potencialmente sostenibles puesto que se auto replican (a menudo a temperatura ambiente sin la necesidad de calor o cantidades de energía excesivas). En general, hay un verdadero momentum empezando a construirse en la industria, viendo lo que esta nueva gama de materiales puede significar para la moda.
Con todo esto dicho, es importante reconocer que lo que se está sugiriendo es el uso de la tecnología, que normalmente es desarrollada para propósitos médicos, aplicada en escenarios comerciales. No es un tema que solo se ve en blanco y negro, lo que se necesita es una discusión franca sobre los beneficios y las posibles desventajas de utilizar organismos vivos para el diseño.
EXCLAMA: ¿Cree que sería posible, en un futuro no lejano, que las personas tengan piel construida a partir de la ingeniería de tejidos?
Amy Congdon: Las piezas provenientes de las colecciones del Atelier Biológico sugieren un futuro donde podríamos injertar nuestra joyería en la piel para llegar a la «máxima última moda». Esto puede sonar un poco loco, pero uno de los aspectos importantes del diseño especulativo es que lo que se proponga esté basado en investigación intensiva. No es ciencia ficción, sino en ciencia posible. No estoy segura que pudiese ponerle fecha exacta a cuándo la gente será capaz de hacerlo, la principal cosa con la mayoría de desarrollos no es la capacidad de la tecnología en sí sino la voluntad de las personas a adoptarla. No obstante, en años recientes hemos visto una normalización de la modificación corporal, desde la aceptación popular de los tatuajes al creciente número de personas que se someten a cirugías plásticas. ¿Es, entonces, demasiado el sugerir que la gente quiera adornar sus cuerpos con joyería lograda por medio de ingeniería de tejidos?
EXCLAMA: ¿Para usted, qué traduce el futuro?
Amy Congdon: Para mí, el futuro no es todo blanco y brillante como suele ser retratado en la ciencia ficción. Lo que yo espero del futuro es un mundo en donde utilicemos el potencial de todo tipo de materiales vivos para sistemas de producción que son menos pesados en recursos y más auto-replicables por la naturaleza. Estoy emocionada por ver cuán lejos podemos empujar la creación de materiales híbridos únicos, los cuales van más allá de lo que producimos en la actualidad, para crear un futuro que sea tan hermosamente complejo como la naturaleza y tan inteligente como sus creaciones.!
Link de interés: Amy Congdon