El edificio B5 es otro gran ejemplo del valor que está cobrando la estética en los procesos industriales.
Al noreste de Milán, en las afueras, nace el edificio B5 como parte de la reestructuración de la zona industrial. La construcción fue creada por el estudio Barreca & La Varra para albergar las oficinas de RCS Mediagroup.
Esta pieza recién terminada contribuye a la increíble transformación de áreas productivas, que con el paso de los años empezaban a deprimirse en términos urbanísticos.
Desde sus inicios en 2001, el plan inicial fue tenido en cuenta por RCS Mediagroup como la opción que potenciaría sus áreas de trabajo existentes, antes compuestos por oficinas viejas.
En trabajo conjunto con Stefano Boeri, otros arquitectros deseñaron el edificio C; un complejo con una torre de 18 pisos y un patio central, que culmina a la orilla del río. Luego, en 2007, cuando el equipo de RCS se mudó al nuevo edificio, comenzaron dos nuevos proyectos. Uno de ellos era el edificio B5, que lleva el sello insignia de Gianandrea Barreca y Giovanni La Varra, quienes se unieron en 2008 para fundar su estudio en conjunto.
Aunque B5 es un edificio de carácter novedoso, es respetuoso con sus alrededores. La construcción debía explorar ciertas áreas que eran de interés particular de los arquitectos. Gianandrea manifestó “nos interesa la unidad y la continuidad de la materia. Entonces, dado que el primer edificio del lugar –el edificio C- estaba diseñado con una fachada de vidrio, parecía natural continuar la búsqueda de un objeto que fuera materialmente homogéneo”.
La intervención de Barreca & La Varra funcionará para albergar distintos programas: desde las oficinas editoriales de RCS, hasta sus estudios de fotografía y la central multimedia.
El B5 es una estructura de 5 pisos cubierta enteramente por placas de vidrio dispuestas de tal manera que generen un efecto óptico minimalista. Este diseño, basado en vidrios blancos, negros y grises, es precisamente uno de los elementos principales en lo que a integración con el ambiente respecta. Así mismo brindan una sensación de flexibilidad y de expansión espacial cuando se está al interior de las oficinas.
Para enfrentar las inclemencias del sol, un sistema de sombras fue instalado perpendicular a la fachada. Ésta se convierte entonces en un tipo de kit: cumple un objetivo funcional y genera una percepción del edificio como una escultura en medio del paisaje.
El B5 es parte esencial de todo un proyecto de reestructuración para preservar una parte de la ciudad de Milán y sirve como catalizador de un futuro desarrollo. Desde principios del siglo XX, se han desarrollado vastas áreas industriales alrededor de Milán que se expanden año tras año sin relación alguna con la ciudad. El diseño de las oficinas de RCS responde a necesidades contemporáneas, no solo en términos estéticos, sino también sociales y culturales. Así, este edificio se antoja como un espejismo que le revela un futuro brillante a una zona con un pasado arquitectónico indiferente.
Fotografías de Paolo Rosselli