Hay una dualidad, un conflicto encantador o un paralelo en estas fotografías. Es posible que sea obvio, es posible que no. Pueden ser eróticas sin sentido o por el contario, tener todo un dilema detrás. Sea cual sea el propósito, es claro que estas fotos son objeto de mirar, de buscar un “no sé qué” en cada uno de los personajes que aparecen en estas: mujeres principalmente. Pero no son mujeres convencionales y tradicionales; cada una de ellas, con sus poses y miradas, le da una cachetada a esa idea absurda de que las mujeres deben ser de una u otra forma.
Retratar al género femenino siempre ha sido un asunto polémico y lleno de opiniones. No hay una verdad absoluta ni una manera exacta de hacerlo pues sería un acto atrevido tratar de encasillar a las mujeres, y en sí al ser humano en un solo aspecto. El reconocido fotógrafo de moda Jason Lee Parry se ha destacado por plasmar esto en sus fotografías cargadas de dobles aspectos (en el mejor de los sentidos).
Doble aspecto en muchos sentidos. Sus mujeres retratadas tienen elegancia, sensualidad y sexualidad exuberante pero al mismo tiempo son rudas, de carácter no dominable y hacen frente a cualquier aspecto que se les presente en la vida. Miradas rebeldes y desafiantes, desnudez y pelo alborotado. Todo esto rodeado por naturaleza.
Desde los quince años, Jason Lee Parry ha tenido una fijación por la cámara, por esa capacidad de capturar momentos y de contar historias. Este último aspecto es uno de los más relevantes en su trabajo pues más allá de ser un fotógrafo del ámbito de la moda tradicional, este fotógrafo ha tratado de crear una historia, un perfil claro en cada uno de sus personajes y un espacio adecuado tanto para ellos como para la historia en sí. De hecho trata que cada una de las editoriales o proyectos en los que trabaja sea un reflejo de sus intereses y gustos.
De hecho, según él, algunas cosas que lo inspiran son las canciones de Jim Morrison, los viajes en motocicleta, revistas de playboy de la década de los sesenta y setenta, seguridad y libertad al mismo tiempo. Todo esto, sin duda, reflejado en cada una de sus fotografías.
Cada una de estas mujeres presenta esos intereses, ese perfil deseado por el fotógrafo y por la historia que quiere contar. Para algunos podrían ser fotografías que muestran mujeres desnudas y ya, que no inspiran ningún tipo de libertad ni mucho menos algún tipo de seguridad, pero, ¿no es acaso la misma desnudez un acto de verdad, de espontaneidad y franqueza ante la vida? Estas fotografías son un poco de esta reflexión.
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