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UN GENIO D.I.Y

1.95 metros de altura, pelo oscuro, un acento que marca con firmeza las erres cuando habla inglés dejando que su lengua delate sus raíces austriacas. El punk de los Ramones y los Sex Pistols clavado en sus oídos y enraizado en su mente como una herramienta de la que echa mano cada vez que necesita un referente estético o de acción inmediata. Una espiritualidad zen y después… Los más grandes amores de su vida: La a, la b, la c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, la z, las combinaciones que juntas crean y el significado que tienen en el día a día.

Bienvenidos al trastocado mundo de Stefan Sagmeister, un diseñador gráfico, autor de una retahíla cool de auto-superación y tipógrafo de 50 años que es en la actualidad, algo así como el Dalai Lama y a la vez el Donald Trump de la gráfica en el mundo. Este creador de líneas asimétricas comenzó su carrera diseñando pasquines de izquierda en su natal Austria, para después convertirse en el discípulo de Tibor Kalman, quien sería durante los 90 el Art Director de revistas de la talla de Interview y Colors. Su espíritu DIY, la calidad técnica de sus diseños y su apremiante destreza para escuchar su subconsciente y tomar ventaja del ánimo random del mundo, lo convertirían en el director de arte de los álbumes de Lou Reed y David Byrne de los Talking Heads. También, su nombre encabezaría múltiples muestras en los MoMA de Estados Unidos por encima de gente como Milton Glaser  y Massimo Vignelli, los legendarios creadores del logo I (Heart) NY.

Bajo el motto de su creación que reza: “Hacer diseños que necesitan de las agallas de su creador y que llevan dentro de sí el fantasma de dichas agallas en su ejecución”, Stefan Sagmeister lleva más de tres décadas creando mundos, objetos, tipografías y libros que llevan con orgullo el tag de vanguardistas.

Estos son algunos de los trabajos más bellos y relevantes de este illuminati del diseño gráfico:

Portadas y artes de Discos

La conexión íntima entre sus producciones gráficas y la música ha hecho que sus diseños e ideas queden plasmadas en el arte de discos como Once in a Life Time de Talking Heads, Fellings de David Byrne, Bridges to Babylon de The Rolling Stones y Set the Twilight Reeling de Lou Reed, trabajos que han sido reconocidos con premios Grammy en el 2005 y 2010 en las categorías de Best Art Direction y Best Recording Package.

En el álbum Feelings de David Byrne, por ejemplo, Sagmeister mandó a construir cuatro muñecos que mostraran al ex vocalista y líder de Talking Heads de diferentes modos: feliz, enojado, triste y contento, cada uno de ellos acompañado en el arte del disco por un código de color que representara los estados anímicos del muñeco, pero también del oyente, al escuchar determinados fragmentos del disco.

Libros

La experiencia, reconocimiento y el dinero que Stefan Sagmeister ha logrado con su trabajo le han permitido tomarse cada tanto un año sabático. Un experiencia en la que se retira del mundo para escuchar sus deseos más profundos y para que crear proyectos personales que después hacen ¡boom!. En los últimos años se ha retirado a Bali y a Indonesia, y se ha dado el lujo de rechazar durante esos períodos propuestas como la de desarrollar la imagen publicitaria de Barack Obama.

Producto de esos pasajes andariegos de su vida han resultado proyectos exuberantes, entre ellos libros como Things I have learned in my life so far. Un compendio de casi 20 máximas aderezadas por trabajos artísticos y de diseño desbordantes, que salieron de las páginas a tomarse espacios publicitarios en el mundo. O libros como Made you look en el que Sagmeister incluye con hologramas y fantasmagorías todos sus diseños y trabajos: los buenos y también los malos.

Instalaciones

Bajo la influencia de su abuelo, quién era productor de señalética, desembarazándose de aquellos sentimientos que le oprimen el pecho y haciendo declaraciones de modo subversivo y a la vez muy clásico, este personaje creo una tarjeta postal de gran formato en la que decía:  trying / to look/ good / limits / my life, siendo cada una de las palabras creada con materiales como hojas, palos y globos expuestas en diferentes espacios de un parque al norte de París.