26.03.2025
Ubicada en Madrid, la Escuela Universitaria de Artes TAI ha sido un punto de encuentro para artistas y creativos que buscan explorar nuevas formas de expresión. Con una formación multidisciplinar y un enfoque que apuesta por la experimentación, ha sido el espacio de formación de diferentes personas dentro del mundo del arte y la fotografía. Uno de ellos es Felipe Romero Beltrán, fotógrafo colombiano cuya obra se sitúa entre el documental y la construcción de imágenes con una fuerte carga conceptual. A través de su trabajo, explora territorios marcados por el conflicto, utilizando la fotografía como un medio para reflexionar sobre la historia y la sociedad.
En esta charla, Felipe nos cuenta sobre su trayectoria, su paso por la Escuela de Artes TAI y cómo su mirada ha evolucionado con el tiempo. Desde sus primeras experiencias con la fotografía hasta su llegada a Madrid, su recorrido lo ha llevado por territorios como Palestina, Argentina y España, donde cada etapa ha dejado huella en su manera de observar y representar el mundo. Con reconocimientos como el Aperture Prize 2022 y el FOAM Paul Huf Award 2023, y colaboraciones con medios como The New York Times Magazine y Holiday, Felipe continúa expandiendo los límites de la fotografía documental. En su más reciente proyecto, Bravo, retrata la frontera entre México y Estados Unidos, enfocándose en la tensión previa al cruce del río Bravo, una metáfora de los viajes migratorios y sus procesos de resistencia.
“La fotografía es para mí una representación visual que traduce la realidad a una superficie, en este caso fotográfica”.
Felipe Romero
Enlace a la revista REVISTA 28
NACHO PINEDO: Felipe, la gran pregunta, ¿qué es para ti la fotografía?
FELIPE ROMERO: Yo creo que más allá de decir mi opinión exacta de qué es para mí la fotografía, me interesa ponernos de acuerdo en la definición de qué es fotografía. Para mí es una representación visual que traduce la realidad a una superficie, en este caso fotográfica, es decir que reacciona ante un estímulo de la luz que la convierte en una imagen. Hay un montón de tipos de fotografía, pero digamos que la base es eso, un método de representación que traduce de alguna manera la realidad y en esa traducción hay una relación directa de la realidad con la imagen.
NP: Cuéntanos por qué decidiste ser fotógrafo.
FR: A modo personal yo empecé a hacer fotos cuando tenía 16 años y empecé por casualidad porque yo iba a hacer matemáticas o algún tipo de carrera relacionada con humanidades. Porque en mi familia nunca había existido tradición fotográfica, los álbumes familiares no se llevaban mucho. Pero gracias a mi hermana llegó una cámara a mis manos y digamos que la configuración de la realidad que estaba construida a través de palabras, la imagen subvierte todo eso, niega todo eso y aparece una fotografía. Entonces para mí esta relación que hemos comentado anteriormente, averbal con la realidad me pareció realmente intensa y desde ahí he estado enganchado con el tema y sigo aquí haciendo fotos.
NP: El hecho de ver en imágenes lo que tu familia experimentaba y contaba te pareció una nueva manera de explorar la realidad.
FR: Exactamente. Sobre todo, porque mi relación con la realidad, también por mi educación religiosa, ha sido a través de la palabra, de cómo describir la realidad a través de palabras y Letras y darle sentido a eso que tienes enfrente desde la verbalidad.
Y la imagen es justamente lo contrario, por lo menos se resiste a dar descripciones verbales de tu relación realidad y por supuesto esa relación es tremendamente íntima.
NP: Vamos a hacer un poco de historia: llegas a Europa y entras en TAl con 23 años. Me gustaría saber al entrar en la Escuela qué cambios se producen en tus referencias, tu visión, tu relación entre imagen y foto… Descríbeme qué cambia en tu manera de mirar a través de tu contacto con TAI.
FR: Antes de comentar la relación directa con TAI, quiero contar de dónde venía, para que se entiendan las referencias que yo tenía en ese momento y el mapa conceptual de las imágenes que yo estaba produciendo en ese momento. Yo estuve viviendo entre Palestina e Israel durante casi dos años y posteriormente en Argentina, entonces una de las cosas que todavía se puede percibir en ciertas parcelas de mi trabajo es la relación de la fotografía con el espacio social que me rodea. También por una cuestión biográfica y es que siempre ha estado atravesado mi sujeto político en todas las relaciones que he tenido con el resto del mundo por el hecho de ser colombiano.
FR: Quiero decir que el hecho de ser colombiano para mí no significa venir de un lugar específico, sino que se refiere a las situaciones biográficas que he tenido que vivir para poder acceder a ciertos espacios o poder venir a Europa. Todas estas limitaciones que se nos imponen como colombianos para poder trasladarnos de un lugar a otro han marcado mi manera de hacer fotografía.
También haber estudiado en Argentina, que tiene una tradición de fotografía como herramienta de cambio social, ha supuesto una gran influencia.
NP: Entonces, después de tu tiempo en Argentina, llegas a Europa, a la Escuela TAI en Madrid, y me imagino que te encuentras con una cultura distinta, una manera de ver la fotografía distinta, unos profesores que te transmiten una manera de trabajar diferente… Cuéntanos qué efecto produce en ti ese contacto nuevo con la escuela y sus profesores y su manera de entender la fotografía.
FR: Hablar de TAI para mí es hablar de personas y de profesores en concreto. Creo que en ese sentido la Escuela me dotó de más preocupación sobre la imagen, que es algo que sobre todo para personas que están trabajando en el espacio de la fotografía como herramienta social se olvida mucho y casi se desprecia, entonces el primer impacto que tuve al llegar a TAI fue descubrir la importancia de la superficie fotográfica y a partir de ahí se fueron desarrollando otra serie de inquietudes que en aquel momento fueron sorprendentes para mí que han construido la fotografía que estoy desarrollando en este momento.
NP: Colocar la cámara para un fotógrafo es una decisión fundamental. ¿Dónde dirías que colocas tú tu cámara?
FR: Mis tomas suelen ser en esquinas, tienden a esquinar o tienen una suerte de quiebre, bien sea en una cama, o en un edificio, por ejemplo, yo la arquitectura la fotografío siempre de lado.
Esto tiene la intención de que la imagen se cierre en sí misma, y evitar, en mi idea de encuadrar al centro, evitar fugas de lo que estás visualizando y del propio sujeto y la propia arquitectura que siempre está contenida, casi encerrada, dentro de la propia imagen.
NP: Me gustaría que profundices sobre la idea de la densidad, qué quieres obtener a través de la densidad.
FR: Lo que intento obtener a través de la densidad, es una delimitación de volúmenes que se definen en la imagen fotográfica. Es decir, cuando cada entidad que aparece en la imagen fotográfica está bien definida y es precisa.
NP: ¿Te consideras un fotógrafo documentalista?
FR: De hecho, yo normalmente digo que soy un fotógrafo documental. Yo creo que la fotografía documental es una categorización o una definición de un tipo de fotografía o una aproximación desde la fotografía que tiene que ver con la relación histórica que ha tenido la imagen fotográfica, sobre todo en el siglo XX, que en mi caso deviene un estilo o una manera de hacer fotografía, porque evidentemente, como hablaremos más adelante, toda fotografía directa es un documento en ese sentido. Por eso a mí me interesa intentar aproximarme a esas definiciones y ver en qué lugares se puede descolocar esa asunción de lo que estamos fotografiando, lo que ha ocurrido, lo que está ocurriendo en la realidad.
NP: ¿Tú crees que el estilo de la fotografía documental ha cambiado con el tiempo, o se mantienen las mismas reglas?
FR: La primera vez que aparece el término documental, aparece en el cine en el siglo XIX, y se define como el tratamiento creativo de la actualidad. Para mí el espíritu de la definición tiene poco que ver con eso que nosotros asumimos hoy que es fotografía documental. Creo que eso se ha ido modificando, pero la base, principalmente impulsada por EEUU de esa relación entre fotografía y documentalismo, se mantuvo por lo menos durante casi todo el siglo XX. Y lo que son las reglas para hacer fotografía documental se han mantenido, incluso hasta hoy.
TAI más allá de ser una escuela, es un espacio donde la creatividad se cruza con la técnica y la visión personal. Con más de 40 programas formativos, impulsa a sus estudiantes a desarrollar proyectos con una mirada innovadora y profesional. En el caso de Felipe, su paso por TAI fue clave para profundizar en la imagen como superficie y como medio de expresión. Su trayectoria evidencia cómo la fotografía es mucho más que un simple registro de la realidad: es un acto de posicionamiento, de construcción y de diálogo con el mundo.