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Intimidad y libertad: Una entrevista a Karen Lamassonne

“Mi obra empieza retratando esos momentos de vida diaria. Lo doméstico que para mí significaba la total libertad de hacer lo que se me daba la gana. Y eso hice”

Medellin, 08.09.23

Karen Lamassonne cuando era parte de un conjunto de rock “Band-aids” en Cali (1985-87). De izquierda a derecha: Sandro Romero Rey, Carlos Felipe Renjifo, Karen Lamassonne y Larry Joseph. Fotografía:Fernell Franco.

Algunas artistas cultivan cualidades que las convierte en verdaderas leyendas del arte, y una de ellas sin duda es Karen Lamassonne (Nueva York, 1954); artista colombiana-estadounidense que hizo parte del Grupo Cali en los años 70 y 80 junto con Luis Ospina y Carlos Mayolo, donde realizó la dirección de arte de diversas películas, entre ellas “Pura Sangre” de 1982, “En Busca de María” de 1985 y “Valeria” de 1986.
Su extenso trabajo está integrado por instalaciones, fotografías, acuarelas, dibujos, collages y pinturas con las cuales ha presentado una visión femenina personal y transgresora del mundo, transitando entre nociones como la identidad, el deseo, lo doméstico, y lo íntimo, casi como una “categoría estética” (Luis Puelles Romero), donde se identifica un cuerpo femenino transgresor y activo como sujeto deseante, que es representado en mujeres cuyos rostros no son revelados, pero su parte inferior se exhibe mientras vivencia lo privado desde una habitación o unos cuartos de baño, o lo publico en espacios urbanos que son presentes como testigos tácitos en su producción.

La cómoda, 1976. 76 x 6 cm, acuarela sobre papel. Cortesía: Karen Lamassonne.

La visita, 1978. 76 x 56 cm, acuarela sobre papel. Cortesía: Karen Lamassonne.

Durante su carrera, Lamassonne ha demostrado que la fortaleza y el carácter para reclamar la libertad en sus trabajos, se convirtieron sin duda en dos principios efectivos que la han mantenido activa por años. Así, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), ha realizado la exposición antológica Ruido / Noise, que se presenta como la primera muestra internacional de la obra de la artista, producida en colaboración con Swiss Institute, en Nueva York, y el Instituto de Arte Contemporáneo KW en Berlín y donde se reúne el trabajo de la artista desde 1974 hasta la actualidad.

Vista de la exposición RUIDO/NOISE en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Cortesía:MAMM.

Vista de la exposición RUIDO/NOISE en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Cortesía:MAMM.

Hemos tenido la oportunidad de comunicarnos con la artista y esto fue lo que nos comentó sobre algunos temas importantes de sus procesos creativos y su trayectoria:

¿Cómo recuerdas los inicios de tu carrera como artista?

Estoy exponiendo desde los 20 años. Cuando me fui de la casa, empecé a producir para poder seguir produciendo. En ese momento ya tenía que sobrevivir con lo que podía hacer. Mi primera casita en Bogotá la recuerdo como el lugar de los momentos mágicos de mi vida. Era feliz viviendo en mi espacio y pintándome en ese espacio. Mi obra empieza retratando esos momentos de vida diaria. Lo doméstico que para mí significaba la total libertad de hacer lo que se me daba la gana. Y eso hice. Esto era en los años 70. Poco a poco fui conociendo artistas y galerías, las cuales tuve colaboraciones que me daban cuerda para seguir produciendo. Fueron años de experimentación y de crecimiento en varias direcciones. Siempre tuve buenos amigos que me alcahueteaban mis deseos.

De súbito, 1991. 60 x 80 cm, técnica mixta sobre lienzo. Cortesía:Karen Lamassonne.

Autorretrato Molinari, 1991. 60 x 50 cm, técnica mixta con óleo. Cortesía:Karen Lamassonne.

Durante muchos años estuviste bastante involucrada en el mundo del cine colombiano desde Cali. ¿Cómo fue en esos momentos la aceptación de tu trabajo en un sistema que estaba dominado por hombres?

Yo nunca realmente he tenido problema trabajando con hombres. Lograba siempre poder aportar mis ideas dentro de trabajos y al mismo tiempo aprender de personas con las cuales compartí en rodajes, ediciones y varias producciones de cine. Cuando eran proyectos míos tuve total apoyo en las cuales los que trabajaban eran casi todos hombres.  También estuve en películas de mujeres dirigiendo, como en María Cano de Camila Loboguerrero y con Silvia Amaya en Reputado. Claro, muchos de los directores eran hombres, pero en todas las producciones de cine en las que trabajé sentí siempre que creían en lo que yo contribuía. Por eso me contrataban. Además, dentro de las producciones había otras mujeres que también participaban de manera activa. Fue una época en que todos queríamos trabajar juntos. ¡Y produjimos mucho! Siento que motivaba y me motivaban.

Tu obra ha causado alteración en algunos públicos. Por ejemplo, tu serie Baños (1978 – 1981), que fue exhibida en Cali en 1979, tuvo que ser clausurada porque algunos “ejecutivos” estaban incómodos con las “obscenidades” que había en tu trabajo. ¿Qué pensaste en esos momentos sobre esas reacciones frente a tu obra?

Pues esto me sorprendió, para decir la verdad, pero al mismo tiempo me alegré de que algo pasó con mi exposición, que hubo una reacción. Realmente no considero mi obra obscena. Considero que fue un hecho circunstancial. El ejecutivo que daba la conferencia en el espacio donde estaban colgados mis trabajos se molestó infinitamente cuando se dio cuenta de que los asistentes estaban poniendo más atención a mis obras que a su conferencia. Entonces la mandó a descolgar. Dicha muestra luego viajó a Bogotá a la Galería Belarca y a Medellín a la Galería Finale, donde tuvo buena asistencia aun después de ser censurada en Cali. La gente quiso ver las “obscenidades”. Yo me sentí apoyada al lograr llevarla a estas galerías. Es más, seguí trabajando muchos años con la Galería Belarca, hasta que cerró.

Karen Lamassonne. Baño azul, 1979. De la serie Baños, 76 X 56 cm, acuarela.

Sueño húmedo V – 1987, 53 x 42 cm, fotografía con crayola. Cortesía:Karen Lamassonne.

¿Ha cambiado en la actualidad la recepción del público sobre tus obras?

En la actualidad mi obra ha estado expuesta en 3 continentes en un año. El cambio es que la están viendo. Yo he podido viajar y tener contacto con el público, lo cual me ha dado una gran satisfacción. En esta muestra, que se llama Ruido/Noise, se puede ver mi producción de casi 50 años en todas las diferentes técnicas que he utilizado. Esto nunca me había ocurrido, y cuento con una bellísima publicación de la exposición, lo cual logra que mi trabajo se vea en otros horizontes. Ver y sentir que mi obra es recibida de esta manera por tanta gente de todas las edades me da mucha motivación para seguir creando.

Hay un gesto que es recurrente en tu trabajo donde vemos el cuerpo de la mujer expuesto en su parte inferior, pero no vemos su rostro. ¿Puedes decirnos por qué se exhibe una parte y se oculta otra?

Cuando yo me miro no veo mi cara a no ser que esté mirándome en un espejo y a los ojos. Todo depende del punto de vista. En una época usé el espejo para mis dibujos, para dibujar la figura humana, pero no siempre estaba mi cara en el encuadre. No era importante. Creo que se volvió mi punto de vista, el no verme. Pero sí estar, ser. Ese punto de vista se repite a través de diferentes técnicas y ya después con modelos. Se podría decir que mis obras son una sensación, algo que sentí y luego quise dibujar el momento… y al verlo todo, ya no hay misterio.

Mono, nature boy ,1999 . 56 x 38 cm, acuarela sobre papel. Cortesía:Karen Lamassonne.

En tu proceso creativo utilizas diferentes medios como el dibujo, la fotografía, la escultura, pero siempre se ha manifestado un respeto fundamental por la pintura. ¿Podemos pensar que la pintura es tu medio predilecto?

Me gusta mucho pintar. Es algo que siempre he hecho. Y sobre todo considero que el dibujo es importante en mi obra. La fotografía ha sido un vehículo de mi dibujo. Siempre vuelvo a esa base, al dibujo. A un encuadre, a una imagen.

¿Las mujeres que aparecen en tu trabajo siempre son autorretratos o pueden ser cualquier mujer en el mundo?

El hecho que no tengan rostros da la posibilidad de que sea tú o yo. La que se identifica con la imagen, es ella.

Mano peluda #7 – 2018, 36 x 17 cm, anjeo con cuero, piola y piel de conejo. Cortesía:Karen Lamassonne.

Para finalizar, ¿cómo ves el papel de las mujeres en el arte, en la actualidad?

Las mujeres siempre han tenido un rol en el mundo del arte, sobre todo en Colombia han manejado las instituciones, los museos, las galerías y esto continúa. Las mujeres artistas ahora tienen más vitrinas, más posibilidades dentro del sistema porque las tienen más en cuenta. Los museos finalmente se han dado cuenta de que en sus colecciones figuran muy pocas mujeres. Es decir, se han dado cuenta de que realmente estamos muy mal representadas.
Los cambios son poco a poco, pero se han visto. Esta exposición en la que estoy ahora es un resultado de muestras como Mujeres Radicales en donde expusimos más de 150 mujeres latinoamericanas. La pasada Bienal de Venecia fue solo de mujeres artistas.
Es evidente que las mujeres tienen más papel en la actualidad. Esperemos que esta tendencia prospere.

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