“Soy simplemente un hombre con el mejor trabajo del mundo”
Esas son las palabras con las que el diseñador australiano James Lillis describe su trabajo. No es para menos; al entrar a su página web y ver cada una de sus prendas, la primera palabra que llega a la mente es cool. Todo lo que este diseñador toca, lo convierte en una prenda completamente original.
Todos sus productos están hechos a base de nylon, haciendo así que la ropa se vea flexible y muy cómoda. El concepto de la marca, en su totalidad, está basado en las posibilidades de este material.
Sus diseños lanzados y audaces, permiten que la mujer que lleve puesta cualquiera de sus prendas, se sienta inimitable. Porque si algo tiene muy claro Lillis es su target; mujeres arriesgadas, de espíritu gótico-metalero, pero sin extremos y amantes de la cuerina. Black Milk no se preocupa por venderle ropa a millones de chicas en el mercado, sino por tener una pequeña comunidad de increíbles mujeres que aman cada producto de la marca.
Sus prendas sexy y llamativas le brindan a las mujeres una opción diferente para vestir. Pero tal vez lo más interesante de este diseñador es la forma en que se comunica y se da a conocer: sus productos sólo se pueden comprar por internet. Los medios de comunicación como facebook, twitter, blogs y tumblr son la forma más fuerte que usa este diseñador para presentarse ante el mundo.
Como su mismo nombre lo dice “Black Milk”, es una marca para las mujeres que quieren experimentar una alternativa diferente a la hora de vestir. Leche negra: el objeto cotidiano, vuelto ajeno. Lo normal, que se vuelve extraño. Así es la chica Black Milk; amante de la moda, como tantas otras, pero con un ligero toque que la saca de lo común.