Frame del video de Javier Cruz Góngora, TV-NO, 1990.
Escribía José Luis Brea en Las tres eras de la imagen, que la promesa de duración o permanencia «contra el pasaje del tiempo», es lo que las imágenes nos ofrecen, lo que nos entregan; y también, lo que buscamos en ellas. Así mismo y de forma bastante particular, el filósofo propone que es un error pensar que las imágenes tienen algo que decirnos, acaso que representan el mundo, o lo real. Para Brea, las imágenes son portadoras, por encima de cualquier interpretación, de un potencial simbólico, de la fuerza de abrir para nosotros un mundo de creencias, un horizonte de ideas muy generales y abstracto al que nos enfrentamos movilizando nuestro deseo de Ser. Esto significa, por una parte, que las imágenes nos ofrecen aquello que nosotros creemos ser y nuestro deseo de permanencia en el mundo. En segundo lugar, el hecho de que haya aparecido un «aparato del ver» o, dicho de otro modo, una máquina con la capacidad de capturar y reproducir imágenes mecánicamente (la cámara), constituyó un auténtico acontecimiento que modificó sin duda nuestros modos de ver y con ello, también se desplazaron hacia otros escenarios los modos de producir las imágenes y, en efecto, las obras de arte.
Frame del video de Alejandra Estrada, Destruir-Del Pelo a la pluma, 2018.
Frame del video de Mauricio Carmona, Diario de Campo, 2014.
Frame del video de Juan Camilo Sánchez, Movilizaciones, 2019.
A partir de este hecho, las imágenes habitaron un mundo que tiene el grosor de una fina película, casi invisible, donde todavía no han entrado a ese «mundo de lo puro espectral», pero abandonaron el encierro de la materia dura (la piedra, el papel, el lienzo). Así mismo, el arte comenzó a adoptar características nuevas desde una movilidad y una ligereza que se remodelaban y se reestructuraban, reclamando además cierta espacialización propia de la imagen en movimiento. Ahora bien, «llegará el momento» -Escribe Brea- en que «la imagen en su devenir loco, podrá explorar las condiciones de su potencialidad pura, escaseando tiempos y lugares en los que ese lazo de continuidad espaciotemporal se haya roto, gracias desde luego al montaje». Pues bien, parece que ese momento ha llegado.
El Video Arte ha sido una de las formas de producción que algunos artistas interesados en adoptar otros modos de comunicabilidad, exploran mediante métodos que requieren del uso de sistemas técnicos interdisciplinares, aportando otras dinámicas y dimensiones a nuestros modos de ver y de apreciar el arte, y conscientes de ello, el Centro Colombo Americano ha creado en el año 2021, el archivo de Video Arte CAVA (Colombo Americano Video Arte), donde los espectadores pueden encontrar diversas producciones de una selección destacada de artistas que adoptan esta forma de comunicar dentro de su proceso de producción.
Frame del video de Adriana Ramírez, Polvo Somos, 2018.
Frame del video de Edna Julieta Sierra, No air, 2017.
Frame del video de Paula Usuga, Brazos en cruz, 2020.
El curador y director de la galería Paul Bardwell del Centro Colombo Americano, Alejandro Vásquez Salinas, señala que:
«CAVA surge con la proliferación de proyectos en formato virtual durante los picos de pandemia por COVID en 2020. En este caso, queríamos crear una oferta que no significara la traducción de una experiencia espacial a una virtual, sino, la difusión de obras y proyectos creados específicamente para ser consumidos a través de pantallas. Es por esto por lo que el video arte y la imagen en movimiento son formatos ideales en tiempos de confinamiento cuando las salas de exhibición permanecían cerradas por precaución. Al mismo tiempo, CAVA sirve como repositorio para las creaciones de artistas de todo el país. CAVA es un proyecto en proceso. Hasta hoy tenemos 100 videos, pero queremos seguir nutriendo este archivo a partir de convocatorias e invitaciones».
Entre los artistas que hacen parte del archivo CAVA, se encuentra Javier Cruz Góngora, un pionero del Video Arte en Medellín y en Colombia. Así, durante la década de los ochenta, el artista comenzó su interés por los nuevos desarrollos tecnológicos, al tiempo que se cuestionaba los modelos de producción más tradicionales en ese entonces, cuando obtuvo una tableta Atari para ilustrar y luego de eso, no quiso volver a trabajar en un lienzo. En el archivo CAVA se encuentra el proyecto TV-NO de 1990, el cual fue realizado usando un computador Commodore Amiga 2000 y una cámara digitalizadora con software DigiView. Sobre el proyecto, menciona el artista que hacía parte de una serie de videos realizados con la misma técnica y que debido a la obsolescencia programada y a la destrucción de archivos en las programadoras, desaparecieron, y solo conservó una copia en VHS que por un afortunado accidente guardó la modelo que aparece en el video. Este trabajo hace una referencia al relacionamiento femenino que se mezcla con el dramatismo exagerado del radioteatro con algunas imágenes de los iconos políticos y pop de los años 80.
Frame del video de Javier Cruz Góngora, TV-NO, 1990.
Frame del video de Wilson Arango, Migraciones, 2010.
Frame del video de Guim Camps, ¿Quién dio la orden?, 2021.
Los artistas que han trabajado en propuestas de Video Arte, entenderán que la imagen no tiene un sentido doble, sino triple, tal y como sucede con todas las dimensiones de lo artístico que conlleva, en efecto, operaciones específicas de producción, contenido o mensaje y técnica. Aquí, las imágenes no guardan memoria de lo que fue el pasado para ejercer reposición en el presente, sino que nos ofrecen el recordatorio de que el presente, resulta precisamente de ese flujo de cambio de lo que estuvo, y que el único modo de que tiene el pasado de hacerse presente, es justamente en el de reproducir la constante transformación de las imágenes y, por tanto, de las obras, que en estos proyectos se verifican como en un devenir-diferencia (Brea), en el curso de nuestros tiempos.
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Artistas participantes del archivo CAVA en la actualidad.
David Escobar, Mauricio Carmona, Camilo Sánchez, Gloria Posada, Santiago Vélez, Esteban Gutiérrez, Sebastián Múnera, Víctor Muñoz, Laura Tobón, Wilson Arango, Edna Juliet Sierra, Gabriel Botero, Paula Usuga, Javier Cruz, Diego Piñeros, María Fernanda Calderón, Alejandra Estrada, Víctor Garcés, Alanath Ocampo, Manuel Londoño, David Botero, Lindy Márquez, Luis Castro, Daniela Serna, Angélica Teuta, entre otros.
Director General: Michael Cooper
Director Galería Paul Bardwell: Alejandro Vásquez
Edición y Montaje: Over Álvarez
Practicante: María Alejandra Pérez
Agradecimientos:
Kinetoscopio: Alejandro Osorio y Alejandro Gómez
Autor: Úrsula Ochoa
En su formación como artista ha realizado estudios en Historia y Teoría del arte del siglo XVIII; Periodismo cultural y crítica de arte, al igual que análisis de la imagen a partir del pensamiento Estético en Friedrich Nietzsche y Aby Warburg. Ha trabajado como crítica de arte en la sesión Palabra y Obra del periódico El Mundo. Escribe para la Revista Internacional de arte Artishock y colabora con la sesión de cultura de El Espectador. Actualmente se desempeña como curadora de contenidos, asesora y docente y es candidata a Magíster en Estética de la Universidad Nacional de Colombia donde obtuvo la Beca de Facultad.
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