El cuero es uno de los productos más antiguos del mundo, su uso data de hace más de 1,5 millones de años. El hombre empezó a utilizarlo como una forma de protección contra el frio, creando productos de vestimenta, mantas y materiales de construcción para las viviendas prehistóricas. Este material ha tenido un largo viaje a través de la historia, convirtiéndose con los años en un producto de alta calidad y de lujo que muchos aspiraban a tener. Pero en estos últimos años, este material ha sido estigmatizado, creando un debate sobre si es sostenible o no usar productos provenientes de las pieles de animales. Por eso es importante conocer su proceso y sus beneficios para así poder tener una postura sobre este material milenario.
Es renovable
El cuero como materia prima se genera de forma renovable, dado a que es un subproducto de la industria cárnica y los consumidores siempre necesitarán de esta. Las pieles de los animales criados para el consumo de su carne se utilizan para formar un nuevo material, de lo contrario se convertirían en residuo.
No tienen sustancias tóxicas
El cuero hecho de manera responsable evita las sustancias toxicas. Las mejores tecnologías para la curtición no requieren químicos tóxicos, y muchas veces se pueden utilizar sustancias de origen vegetal que le dan al cuero un aspecto más natural, libre de cromo y que se puede reciclar.
Es biodegradable
El cuero es rico en elementos como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno, los cuales son muy atractivos para las bacterias y los hongos, permitiendo que su descomposición sea rápida.
Es reciclable
El aglomeramiento de fibras de cuero se ha realizado durante más de 70 años como material de calzado. Los compuestos de cuero han existido desde principio del siglo XXI y desde entonces se está trabajando mucho para producir una mayor diversidad de cueros reciclados.
Es duradero
Hay una gran diferencia entre el cuero y las alternativas de cuero pero una de las que más sobresale es la durabilidad. La calidad del cuero natural es mucho mayor, pudiendo durar de 10 a 15 años, mientras que los sintéticos tienen una vida útil de entre 5 y 6 años.
Es un producto moderno
Con el paso de los años, el proceso del cuero ha mejorado, volviéndose menos contaminante y dándole acabados que antes no tenía como la resistencia al agua, la transpirabilidad, protección antibacteriana, suavidad excepcional, cambio de color, entre otros.
Es el mejor material para los zapatos
En términos de comodidad y resistencia, durabilidad al rayado y abrasión, capacidad de moldear el cuerpo, estirarse alrededor del pie, fácil mantenimiento, reparabilidad y transpirabilidad, muy pocos materiales pueden igualar sus propiedades en un zapato.
Ha disminuido su huella de carbono
Después de evaluar en profundidad la huella ambiental de productos de cuero bovino, la Comisión Europea ha restringido al 0,42 por ciento la huella ambiental del ciclo de vida del animal.