Una parte de la historia de Italia se cuenta a través de objetos. Los diseñadores Matilde Antonacci (1981) y Dario Buratto (1981) crean piezas a partir de tradicionales técnicas artesanales, inspiradas en el patrimonio arqueológico, histórico y cultural del país de la bota.
Objetos cotidianos se transforman en piezas minimalistas con un sentido patriota, que seducen a través de sus formas y curvas, colores limpios y vibrantes y materiales como el vidrio soplado de murano y mármol de carrara.
Aunque solo denoten uso de cotidianidad, cada uno de los diseños tiene su propia historia y son producto de la combinación entre artesanía y arte, y la experimentación entre las habilidades de los artesanos y distintos materiales.
Trabajar con los artesanos que han escogido esta vocación de por vida genera una importante relación con el dúo italiano, quienes quieren rescatar las costumbres de su país por medio de su trabajo.
Los diseñadores se conocieron en Florencia, en el Polimoda Institute en el 2000. Quince años después se reunieron en Milán, compartiendo algo en común: mantener vivas las tradiciones, representándolas a través de objetos y símbolos del pasado leídos de forma contemporánea.