Fotografía por: Laura Suárez González de Araújo
Cada ciudad es diferente. Es algo que la globalización no ha podido eliminar por completo. Si bien las tendencias de moda están empezando a ser cada vez más universales, las distintas urbes conservan para sí un espíritu individual que les genera su identidad.
Los hombres fashionistas parisinos tienen figuras alargadas y delgadas. Entregan rostros absolutamente serios y guardan un aspecto pseudo-intelectual.
Su ropa es bastante arriesgada, y en el aspecto más difícil; en los cortes y en las siluetas. Decimos que este es el aspecto más difícil pues es más cómodo y más usual arriesgarse con el color, el cual los parisinos usan más bien con cautela.Sus cuerpos y sus looks no parecen preocuparse mucho por ser “sexy” y se van por la vía de lo andrógino. Son hombres que no envejecen, que viven en un mundo de sofisticación y se permiten un poco de arrogancia. Ellos están por encima del llanto y de la risa.
Las fashionistas parisinas por su parte guardan un poco de feminidad, aunque no les interesa marcar su cuerpo ni volverse objeto de sexualidad. Usan toques de color y siempre llevan su ropa con porte. Las parisinas se quieren a sí mismas y no envidian a nadie. Ellas sí ríen, pero solo cuando el momento lo amerita. Se divierten con las siluetas usando un día algo holgado, y al siguiente algo ajustado. No siguen reglas estrictas y toman un poco de cada época para lograr el estilo más contemporáneo.
Las calles de París, míticas como son, albergan individuos de todas partes del mundo. Estas personas las recorren a pié. No se enredan con carros y hacen alarde de su estilo de vida sofisticado. Se dan permiso para pequeños vicios como el pan, el cigarrillo, el vino o el café, pero mantienen la disciplina. Logran algo que muchos creen tener, y es un interés genuino compartido entre el intelecto y la moda. Estos personajes son inteligentes y también disfrutan expresarse con su cuerpo.
Estos fueron los personajes inspiradores durante la semana de la moda de París, Primavera/Verano 2012.