¿Cuál es el resultado de alejarse, por unos minutos, de los límites del cubo blanco? Esta es precisamente la experiencia que la muestra multisensorial, Van Gogh Alive, le ofrece al público. Después de haber pasado por grandes ciudades como Florencia, Santiago de Chile, Pekín y San Petersburgo, el proyecto del Museo Van Gogh y la compañía Grande Exhibitions llega a Bogotá para llevarlo a través de un recorrido por la vida del artista Vincent Van Gogh. De la mano de más de 1000 pinturas y dibujos, esta exposición se constituye como un viaje que explora sus más profundos pensamientos y su forma de plasmarlos en pintura.
La noche estrellada, Almendros en flor, Los comedores de patatas, El dormitorio en Arlés y Los Girasoles, son sólo algunas de las obras que los espectadores tienen la posibilidad de ver mientras se internan en un espacio expositivo nunca antes visto: paneles de luz con pinturas amplificadas, detalles legibles de los diarios del artista, pinceladas en macro y escenas en movimiento, que, al ritmo de una de sus piezas de música clásica favorita, logran transportar al público a un mundo en el que es necesario afinar los cinco sentidos.
Van Gogh Alive cuestiona la influencia del contexto expositivo en el entendimiento de una obra de arte por parte del público, y por lo mismo se aleja del ejercicio que obliga al espectador a hacer silencio y contemplar la pieza desde lejos. La naturaleza espacial y tecnológica de la muestra, permite que el público se acerque a las obras hasta el punto en el que es posible admirar los colores, las texturas y los gestos presentes en cada una.
Esta muestra multisensorial, además de replantear la forma en la que se aprecia una obra, también es una experiencia educativa. Para los amantes del arte, resulta emocionante ser parte de un recorrido que da cuenta de una de las épocas más productivas del artista holandés. Esperar con paciencia las transiciones de imágenes para poder ver la aparición de pinturas o dibujos emblemáticos es como verse inmerso en una máquina del tiempo. La belleza inherente al espacio lleno de girasoles o de estrellas que poco a poco van construyendo una obra, es, sin duda, uno de los mejores recuerdos que deja Van Gogh Alive.
Dónde: Cafam Floresta
Carrera 68 # 90-88
Hasta: 24 de octubre
Links de interés: Van Gogh Alive