La colección Crucero 2016 – 2017 de la casa Chanel, fue presentada el 3 de mayo en el Paseo del Prado en la Habana. Esta avenida ubicada entre la zona vieja y el centro de la ciudad, fue el espacio escogido por Karl Lagerfeld para llevar a cabo uno de los desfiles más importantes de la casa de modas francesa, el de la Colección Crucero. La isla es el primer país de América Latina en recibir a Chanel, pues los desfiles de esta colección se han llevado a cabo en lugares como Venecia, Miami, Singapur, Dubai, Seúl, Los Ángeles, entre otros, y sin duda, esto ha dado de qué hablar.
Después de reanudar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en el 2014, finalmente la República socialista se está abriendo al mundo. En lo que va de este año ya se han marcado dos hitos de cambio para el país. Por una parte, la apertura de la primera línea regular de cruceros entre Estados Unidos y Cuba, que, pese a necesitar visa, le permite a los cubanos entrar a la isla por un medio marítimo. Por otro lado, la llegada de Chanel a La Habana, que, sin necesitar mayor presentación, ha volcado el interés de muchos hacia Cuba, sobretodo en cuanto a su presencia en las redes sociales.
Ciertamente, es extraño pensar en la razón detrás de la presencia de una reconocida casa de modas en un país en donde el tiempo y el glamour están congelados. La respuesta, quizás, está en la colección misma, inspirada por la riqueza cultural de Cuba y compuesta por prendas livianas de colores vibrantes, faldas estampadas, sombreros habaneros en paja, y tweeds propios de Chanel. Pese a que a primera vista el contraste entre la sofisticación de Chanel y el estado de La Habana después de 59 años de socialismo resulta bizarro, el Paseo del Prado se convirtió en el espacio perfecto para la unión de ambas condiciones sociales.
Queda entonces esperar el siguiente paso de Cuba después de que Chanel le devolvió a La Habana, por unas horas, el glamour característico de sus años dorados. La decisión extravagante de escoger un espacio en el que actualmente devienen cambios políticos y económicos, sólo demuestra la fuerza que la casa francesa tiene sobre los sistemas comerciales, y el reconocimiento inherente a Chanel, que después de este desfile, sin duda va a impulsar el desarrollo de cambios positivos en la isla.